Love Exposure es una película japonesa del año 2008 y es una de las cintas más originales que veréis en vuestra vida. Humor, surrealismo, peleas, amor, odio y gore se mezclan para dar lugar a una de las obras maestras más arriesgadas del siglo XXI.
Explicar la trama no es nada fácil. Hay muchos géneros dentro de la historia y se reflexiona sobre el amor, la religión, sexo y más cosas. Todo desde el punto de vista particular de su director, Sion Sono.
- Exagerada. (Suspiro del entendido/a en cine) Una película no puede tratar géneros tan dispares. Te lo enseñan en primero de audiovisuales.
- Tiene eso y más.
- A ver, ¿es un drama?
- Sí.
- ¿Hay amor?
- Sí.
- ¿Tiene acción?
- Hay peleas de artes marciales.
- ¿Intensos diálogos?
- Mucho.
- (El/la entendido/a se mosquea y se quita las gafas de su abuela) ¿Tiene un combate sangriento a lo Kill Bill Vol. I, dirigida por el maestro Tarantino?
- Con katana a juego.
La historia cuenta con tres personajes principales y, en principio, bastante diferentes, pero con un nexo en común. El personaje que inicia todo el embrollo (sin saberlo) es Yu, un joven de instituto tímido, introvertido y profundamente cristiano que ve como su padre se mete a cura tras morir su madre. Tras un problema personal, su padre pasa de ser un hombre alegre a uno insensible y vuelca en Yu toda su frustración. El joven intenta arrancar algún tipo de respuesta en su padre, aunque sea de enfado y se dedica a cometer pecados (no pasarle la goma al compañero de clase para Yu, es ser malo). De casualidad conoce a un grupo de macarras en el barrio y se hacen colegas. Éstos le dicen que la manera de mosquear a un cura son los pecados que tienen que ver con el sexo y se ponen manos a la obra. Aquí, es el primer punto donde la peli ya va a marcar distancias con cualquier cosa que hayas visto en otra peli.
Los chavales se dirigen a un gran maestro para que les enseñe el "milenario arte del tosatsu". Lo que viene siendo hacer fotos de bragas sin que te vean. Yu demuestra tener mucho talento en este "arte" y su padre responde ante sus nuevos pecados.
Poco después, tras perder una apuesta con uno de sus colegas, Yu tiene que disfrazarse de chica como castigo y salir a la calle a pasear. El disfraz y su modulación de la voz lo hacen una chica muy creíble y en este paseo se verá envuelto en una pelea para ayudar a otra de las protagonistas, Yoko. Yu se enamora de Yoko y Yoko se enamora de Yu... bueno de Yu disfrazado de chica. Yoko odia a los hombres.
Todo va pasando bajo la atenta mirada del trío de las chicas de blanco lideradas por Koike, la tercera y misteriosa protagonista.
Lo sé, resumen largo y os he reventado la película. Pues no, ni de coña. No he contado una mierda porque la película dura 4 HORAS y su mayor mérito es no ser un aburrimiento y hacerse corta.
Además, he contado la parte más esencial de la historia. La relación entre Yu y Yoko está ahí, pero no es el eje central (el odio tira más). Con respecto a esta relación, Yu es el personaje masculino más honesto que he visto en una película. Cuando Yu se enamora de Yoko no se lo dice su corazón sino otro órgano. Y sus sentimientos son puros que quede claro.
Un lugar muy destacado tienen el cristianismo y el sexo en la historia. Una religión que promueve el amor y que dice, al mismo tiempo, que te avergüences del sexo y de determinados tipos de amor antinatural. También, el papel manipulador de la religión para anular a la gente.
ATENCIÓN: No se mete con la religión, se mete con la gente que usa la religión para controlar a los demás.
Obviamente, si estás acostumbrada/o al cine americano, esta película japonesa te va a chocar por la manera que tienen de ser los actores. Si no puedes con Love Exposure ve olvidándote de Sion Sono y sus películas porque ésta es la más light (tiene otra más sencilla, pero es peor).
Love Exposure es la primera de la "trilogía del odio" del director. Decir trilogía no significa que las tres continúen la misma historia. Son independientes y tratan diferentes temas con el odio como elemento básico. Las otras dos son Cold Fish y Guilty of Romance, mucho más duras.
Love Exposure destaca por sí sola, pero si se tiene en cuenta al director destaca más. Sono cuida mucho sus historias (en vez de 4 horas, iba a durar 6, pero los productores le dijeron que cortase metraje) y no suelen dejar indiferente al público.
Si te gusta la peli y quieres ver otra de Sono, pues te vas a llevar más de un susto. Tiene otra peli de culto, El Club del Suicidio con una secuencia inicial no fácil de olvidar (mal rato para quien no tolere la sangre).
Por supuesto, tiene una película que sobresale frente al resto, en cuanto a mente perturbada se refiere: Strange Circus. Una historia muy enfermiza y bastante chocante. Con leer la sinopsis puedes tener bastante.
Love Exposure es su mejor película y más transgresora (a pesar de no tener la violencia física y psicológica de sus otras cintas). Cuando tengas un rato y quieras reír, llorar, emocionarte y desesperarte ponte a verla. Bueno, un larguííííísimo rato o varios ratos en diferentes días.
"Todos los pervertidos son creados iguales".
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