Soltar a un turista en una tierra extraña, verse envuelto en un conflicto con un psicópata y pasar a convertirnos en un asesino letal para sobrevivir, sigue siendo la esencia de Far Cry 4. Y funciona.
Llegar a Kyrat (el Tibet de Far Cry 4) a esparcir las cenizas de tu madre y acabar presenciando una matanza a manos del dictador de la zona, Pagan Min, y sus soldados, es el inicio de la aventura de Ajay Ghale.
Tal como ocurría en Far Cry 3, sin querer y sin darle mucha justificación, nos vemos de lleno en una guerra civil y nos toca desestabilizar la balanza.
Pasar de turista a maquina de matar está más que justificado con la cantidad de psicópatas que nos encontramos durante la aventura y es que la cordura se va perdiendo conforme se conoce a estos ejemplares. Decir que en Kyrat los más civilizados son los animales (elefantes, tigres, etc) no sería ir muy desencaminado.
Tras la introducción tenemos un amplio mapa a nuestra disposición y podemos ir haciendo lo que nos de la gana: desde ir a buscar coleccionables, cazar, hacer alguna de las cientos y variadas de misiones secundarias (mata atal, rescata a menganito, protege nosequé, grábate haciendo salto base, etc) o ir a por las misiones principales. También, nos encontraremos con eventos aleatorios, soldados que van a ejecutar a unos civiles y podemos rescatarlos. Depende como solventemos estos eventos (en plan héroe o masacrando a todos) obtendremos puntos de karma y es que el elemento de rol está muy presente.
Elegir entre la senda del tigre o el elefante e ir desbloqueando nuevas habilidades y movimientos nos ayudará mucho en las misiones.
Las torres de comunicación de Far Cry se han cambiado por templos y ayudarán a desbloquear parte de los mapas (exacto como Assassins Creed. Son Ubisoft después de todo) y para viajar rápido de una zona otra tendremos que hacernos con los puestos avanzados de los soldados de Pagan Min.
En Far Cry 4, la libertad a la hora de los enfrentamientos es total. Usar vehículos para embestir a enemigos, usar un coche bomba, provocar a un animal o manada cercana para que se lance contra los enemigos, causar en terror montado en elefante o cualquier locura, suele salir bastante bien.
Los personajes, tanto aliados como villanos, son bastante peculiares con unos diálogos que no tienen desperdicio. Sorprende, al igual que Far Cry 3, como un juego enfocado a la acción y a la diversión, no ha descuidado este elemento.
Tendremos que elegir a quién apoyar: Amita o Sabal.
Ambos buscan derrocar a Pagan Min, pero sus ideas sobre Kyrat son muy distintas. Sabal quiere volver a una sociedad tradicional y Amita pasa de la visión tradicional sexista y no ve con malos ojos usar el dinero de las drogas de Pagan Min para construir escuelas, hospitales y mejorar las condiciones de vida del pueblo de Kyrat.
Nuestra elección desbloqueará misiones de facción diferentes y cambiará el devenir de la aventura, lo que lo convierte en un título rejugable.
Kyrat es un sitio amplio lleno de cosas por hacer y diverso son una fauna viva que responderá a nuestra presencia. Acabar la aventura puede llevar unas 25 horas si vas sin entretenerte mucho y más de 30 si vas encargándote de todo. Es común ir a encargarte de una misión y ver algo por el camino que te llame la atención y te olvides de a qué ibas.
Se puede decir que Far Cry 4 es un Far Cry 3 más amplio, más divertido y más variado. Sigue siendo el juego de acción en primera persona más original y entretenido. No hay lugar para el aburrimiento.
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