Serie estadounidense de Apple TV+ creada por Dan Erickson, dirigida por Ben Stiller y Aoife McArdle, y protagonizada por Adam Scott que combina con maestría el thriller con la ciencia ficción.
Severance bien podría haber sido un episodio de Black Mirror, pero su primera temporada de 9 episodios nos propone una situación demasiado profunda como para retratarla de forma tan apresurada.
La realidad de Severance no nos traslada a un mundo futurista o distopía, solo nos invita a una sociedad igual a la nuestra donde se ha alcanzado un hito tecnológico: la capacidad de separar la conciencia.
Michael S. (Adam Scott) es un empleado más del gigante empresarial Lumon Industries, una compañía biotecnológica que somete a sus empleados a un innovador proceso conocido como severance (separación), el cual permite separar al yo laboral del yo normal, consiguiendo que las horas de trabajo no existan.
Todo ventajas hasta que el jefe de departamento de Michael es despedido sin aviso y este debe asumir sus labores además de entrenar a la nueva incorporación, Helly R. (Britt Lower). El nuevo cambio de paradigma hará que Mark y sus compañeros comiencen a replantearse sus roles dentro de su enigmática empresa.
Severance hace realidad el sueño de todo empresario: tener esclavos. Y lo consigue vendiéndolo como un logro para el trabajador. ¿Quieres ganar un sueldo sin trabajar? Pues sométete a la separación y nunca volverás a perder tu tiempo tras un escritorio.
La propaganda es cierta, pues la persona que se somete al proceso no tendrá que trabajar una vez se monte en el ascensor de Lumon. En ese momento, su yo laboral se activará y pasará las siguientes 8 horas trabajando hasta la hora de salida, momento en el que el yo original volverá en sí.
Por supuesto, no será consciente de nada de lo que le ocurra en su puesto de trabajo. Y le puede pasar de todo. Adiós al acoso laboral. Al otro lado del dilema tenemos al yo laboral, el que pringa y solo existe dentro de la oficina. Este yo no tiene familia, amigos, pasatiempos ni conoce nada de lo que ocurre en el mundo exterior.
Afortunadamente, Lumon fue creada por el entrepreneur flipado de turno. ¿Y qué suele querer este tipo de personajes? Pues que le adoren como a un gran líder. O mejor, como a un Dios.
Kier Eagan, fundador original, se forjó una Biblia que bien podría ser el manual de empresa definitivo. Básicamente, él y sus descendientes son Dios, y sus empleados sus fieles creyentes. Su palabra es ley y contradecirla es pecado. Hasta se ha currado su propia mitología laboral para tener subyugados a los distintos departamentos. Tampoco faltan inquisidores, como la Sra. Cobel (Patricia Arquette) y el Sr. Milchik (Tramell Tillman), capaces de cualquier cosa por seguir el camino marcado por Lumon.
Severance es una serie que atrapa desde su primera escena presentándonos una realidad laboral que no asusta por su extrema crueldad, sino por mostrar una situación factible en caso de existir dicha tecnología.
"¿Estaría dispuesto/a a someterse a un proceso de separación?" pasará a ser una pregunta más en las entrevistas de trabajo.
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