El dúo creativo vuelve tras The Handmaiden (ya habían escrito juntos Sympathy for Lady Vengeance, Soy un Cyborg y Thirst) con el más difícil todavía: una historia que, por primera vez en muchos años, renuncia a las escenas violentas/sexuales, venganzas y calificación para mayores de 18 años, pero que resulta igual de impactante.
Decision to Leave supone un gran salto visual y narrativo en la carrera de un director que poco tenía que demostrar a estas alturas. Sin embargo, el cine de Corea del Sur (y el asiático en general) se caracteriza por su innovación, y eso es lo que nos ofrece esta película.
La vida del detective Hae-jun (Park Hae-il) cambia radicalmente cuando debe investigar la muerte de un hombre en una montaña remota y conoce a su viuda, Seo-rae (Tang Wei), principal sospechosa del caso.
Poco más hace falta decir sobre la trama de Decision to Leave para dejar claro que comienza con los elementos clásicos de un noir, pero que rápidamente se salta todas las reglas del mismo. Ninguno de los personajes responde a los arquetipos del género, e incluso las formas (escenarios iluminados y coloridos hasta en entornos oscuros) reniega de lo que se espera en este tipo de historia.
La película protagoniza por Hae-il y Tang Wei es una historia de amor, donde la investigación criminal es un elemento más en el desarrollo de su relación. Eso sí, es un romance escrito por Chan-wook y Seo-kyeong, por lo que lo inesperado aguarda a cada pocos metros.
Un drama sin dramatismos y un romance sin besos, caricias ni palabras empalagosas. Y lo más difícil, consigue transmitir todo lo anterior con la puesta en escena.
El elemento más revolucionario de la cinta es su montaje. No hay dos planos o técnicas de cámara iguales. Las dinámicas composiciones consiguen que una historia basada casi por completo en diálogos (hay una persecución y una pelea a cuchillo) mantenga en tensión al público en todo momento.
Por supuesto, no es nada nuevo que Park Chan-wook sepa crear imágenes para el recuerdo. Ya desde JSA - Joint Security Area dejó claro que sabía lo que estaba haciendo. Por algo la escena del pasillo de Oldboy es tan mítica.
Teniendo en cuenta lo anterior, lo que consigue en Decision to Leave es algo aún más loco, pues hasta los carteles promocionales de esta (pasaba lo mismo con los de The Handmaiden) ya demuestran su habilidad con la composición visual.
Un aviso importante es que la película debe verse en versión original. Tang Wei, al igual que su personaje, es china y su forma de hablar coreano (también cambia al chino en ocasiones) es clave para disfrutar de su actuación y desarrollo de la historia, en general.
Las historias de amor suelen estar presentes en muchas de sus películas. Soy un Cyborg, Thirst, Stoker (su única película estadounidense, y de la que me gusta pensar que ha rescatado una escena para esta nueva) y ¿Oldboy? podrían ser algunos ejemplos, pero esta es la primera vez que la relación romántica es el centro de atención. Eso sí, nada del clásico "chico conoce a chica" estilo Hollywood.
Park Chan-wook ha regresado con una película que deja muchísimos momentos para el recuerdo (incluido su final en la playa). Un director de culto que sube el listón de su técnica narrativa de forma magistral. Solo queda preguntarse de que más serán capaces Jeong Seo-kyeong y él.
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