Mass Effect Andromeda es uno de los títulos más esperados y temidos de marzo. El nombre de una saga pesa mucho y Bioware se la ha jugado con un spin-off donde cambia las reglas asentadas por la trilogía protagonizada por Shepard.
Obviamente, todo será malo para los llamados puristas: "Shepard no esta", "lo ha desarrollado el equipo suplente", etc, etc.
Con estas ocurrencias se explica la polémica que se ha dado con las animaciones y las amenazas de muerte/violación a Allie Rose-Marie Leost, trabajadora de EA en captura de movimientos, convirtiéndola (con facha contrario a las mujeres en la industria mediante) en el blanco de su estupidez.
Lo peor es, que la cosa ha llegado a tal extremo, que EA ha emitido un comunicado oficial, explicando que Leost no ha estado a cargo de las animaciones de Andromeda.
Bioware no es el estudio favorito de los ultras. Eso de elegir protagonista tía y con personajes LGTBI pululando por ahí es una afrenta a la hombría intrínseca y necesaria del gamer. ¡El prota puede ser hasta marica! ¿Nadie piensa en los niños?
En caso de fracaso contra la invasión de los Segadores, se creó la Iniciativa Andromeda, destinada a enviar a miembros de las especies conocidas para colonizar la galaxia Andromeda y encontrar un nuevo comienzo. 600 años después, la/el nuevo protagonista, Ryder, sale de estasis para encontrarse de frente con nuevas amenazas.
No es necesario haber jugado o saber de qué va Mass Effect para jugar a Andromeda. Salvo un par de guiños, Andromeda no guarda relación directa con los anteriores juegos y es el inicio de un nuevo argumento. Si el juego fuese una nueva IP, no habría tanto escarnio, pero lleva un Mass Effect delante y no hay Shepard, toca trolear.
Podemos elegir el sexo de nuestro personaje y cambiar aspectos de su cara. La raza será humana por defecto y exigencias del guión. Como novedad está, que Sara y Scott (los protas a elegir), son hermanos y ambos convivirán durante la aventura, da igual a quién elijamos.
Ryder cuenta con la aventaja de no estar anclado a una sola clase (como sí ocurría con Shepard), podemos ir cogiendo habilidades de los distintos árboles y hacernos varios perfiles para elegir en combate. Los compañeros sí estarán especializados en un tipo de combate y son más activos que en las anteriores entregas.
El sistema de diálogos de bueno-malo (rojo y azul), da paso a uno más profundo y menos radical con 4 rasgos de personalidad. Pasamos del todo es blanco o negro al gris, cosa que se agradece.
El comienzo de la aventura es lento y la historia coge ritmo a medida que se aproxima al final. Al principio, al igual que Ryder, no sabemos que está ocurriendo y a medida que van surgiendo secretos y la nueva raza enemiga, los Kett, vamos comprobando que hacer los planetas habitables será el menor de los problemas.
Los planetas son enormes zonas de exploración con sus inclemencias del tiempo y habitantes propios de variado tamaño. Luchar en entornos abiertos es algo nuevo en la saga y, con su mejorado sistema de combate, le sienta muy bien.
El Nomad será nuestro vehículo y mejor forma de movernos por los planetas para explorar y encontrar recursos. A medida que exploramos planetas desbloquearemos zonas de viaje rápido. Haciendo determinadas misiones en los planetas los convertiremos en entornos habitables para los nuestros.
La Tempest es nuestra nave y, al contrario, que el Nomad no es personalizable. Será nuestro centro de operaciones donde hablar con los compañeros de viaje y mejorar determinados aspectos. Uno de los puntos negativos de la Tempest son los viajes: no se pueden saltar y hay que tragárselos. Cuando llevas 20 la cosa cansa.
El Nexus cumple la función de la Ciudadela y podremos encontrar muchas de las misiones secundarias disponibles en la aventura. Estas misiones, salvo la de los compañeros y un par de gratas excepciones, consisten en hacer de recadero. Una pena.
Completar el juego lleva unas 30 horas haciendo lo mínimo en cada sitio. Si vamos explorando, conversando y nos detenemos con el complejo menú de mejoras de armas, aguardan bastantes horas de aventura.
Andromeda ofrece más variedad de lo que ofrecía Mass Effect, con un sistema de combate más ágil y cuenta con una/un protagonista más cercana/o con el sarcasmo por arma predilecta. No estamos ante más de lo mismo y mejora el camino que se tomó con Dragon Age Inquisition.
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