7 mar 2017

NieR: Automata. Lágrimas en la lluvia

Yoko Taro is back y se estrena en la nueva generación dirigiendo una alianza de Square Enix y Platinium Games (poca broma). 
Taro ha conseguido, al fin, el elemento que más se le resistía: una jugabilidad a la altura de su narrativa.

No es necesario haber jugado al primer NieR para disfrutar de su secuela (habrá guiños y referencias si lo habéis hecho) y, tampoco, es necesario haber jugado a Drakengard, saga de la que se deriva en forma de spin-off. 
Automata es accesible sin necesidad de conocimientos previos e impactará por igual, tanto si sabes cómo se las gasta Taro o es la primera vez que escuchas su nombre.



La trama nos sitúa en un futuro distante (miles de años tras lo acontecido en NieR. Futuro y mucho futuro) donde la Tierra ha sido invadida por unos extraterrestres y sus máquinas asesinas. Por su parte, la humanidad no se ha quedado de brazos cruzados y ha desarrollado unos androides para combatir la amenaza. Al no ser sensato quedarse en medio del campo de batalla, los humanos supervivientes emigran a la Luna hasta que el planeta vuelva a ser un lugar seguro.
Y, en esta Tierra apocalíptica, controlamos a 2B, una androide de combate envuelta en todos los aterradores hechos que están por llegar.

Siempre lo dejo claro, pero en el caso de Automata, evitar cualquier spoiler es primordial. El punto fuerte de Taro es la narrativa y, si alguien se preguntaba si había sacrificado trama en favor de una jugabilidad adictiva, no lo ha hecho. 
El juego no necesita potentes cinemáticas (que las tiene y pone los pelos de punta) para hacer reflexionar. Morir, por ejemplo, da bastante mal rollo.
Cuando caemos en combate, reapareceremos en nuestro último punto de guardado automáticamente. Seremos otro androide tipo 2B al que se le descargan sus memorias y podremos ir al encuentro de nuestro anterior cuerpo para recuperar equipo o repararla. Es similar a la mecánica Dark Souls y compañía, pero con un poso de no ser nuestra 2B de antes.

2B no está sola en la aventura. El androide de reconocimiento 9S la acompañará en su periplo. Hay más, pero me limitaré sólo a este y porque sale en la demo. 
Todo personaje de Automata, amigo o enemigo, son únicos y aportan mucho a la compleja historia que se va desarrollando. El termino personaje secundario no significa irrelevante.

Estamos ante un JRPG de acción en tiempo real en mundo abierto (bastante amplio, al menos) porque había que catalogarlo de alguna forma. Tenemos golpe fuerte, rápido, disparo rápido y fuerte (gracias a nuestro POD, una pequeña máquina que nos asiste), salto y esquivar, que en el momento justo se convierte en contraataque. Multitud de armas y accesorios para equipar, que nos permitirán desatar combos a lo Bayonetta contra hordas de enemigos de todo tipo de tamaños.
Los cambios de perspectiva son un continuo dando lugar a distintos tipos de jugabilidad: hack and slash, shoot ´em up (naves incluidas), plataformas, se unen a los ya mencionados rol y acción, convirtiéndose en un homenaje indirecto al mundo del videojuego japonés.

Otra seña de identidad de Taro está presente en Automata: los finales. El final del juego no es el final de la historia, es un punto y seguido. Cada vez que empecemos, habrá bastantes cambios y nos sorprenden con nuevas mecánicas de juego. No es repetir lo mismo otra vez para que cambie una escena, es mucho más. Si acabas el juego por primera vez y crees que ya has cumplido, quiere decir que no has prestado atención a la historia y te ha dado igual todo lo que se ha ido narrando. No es tu juego.

Completar el juego una vez, sin dedicarle tiempo a las misiones secundarias, son unas 10 horas. Llegar al final definitivo del juego son 50 mínimo
Las misiones secundarias nos ayudarán a profundizar en la historia y, aunque algunas consisten en hacer de recadero para levear, otras reservan grandes momentos.

Para Yoko Taro hay pocos tabús y la fantasía oscura de Drakengard lo avala: canibalismo, pedofilia, masoquismo, sadismo e incesto eran algunas de las virtudes de sus personajes dentro de sus violentas tramas. Si los malos eran malos, los buenos eran peores.
En NieR se relajó un poco, sólo un poco, y buscó una nueva historia que contar (dentro del complejo universo Drakengard/NieR del que se agradecería una cronología) para incomodar y cuestionar al respetable. Y en Automata, tampoco se busca que la gente se vaya contenta y esperanzada. Se persigue la reflexión sobre lo peor del comportamiento y, ahí, está en su elemento.

NieR: Automata sale el 10 de marzo. Un juego muy completo: jugabilidad variada y adictiva, historia compleja, duración larga, obligatoriamente rejugable, grandes personajes y la magnífica banda sonora a cargo de Keiichi Okabe, dan cuerpo a una de las sorpresas de 2017 para PS4 y PC

Marzo prometía ser un mes complicado para estrenar juego y se está cumpliendo. La aventura de Square-Enix y Platinum Games no gozará de nombre emblemático o de la plataforma de marketing que tienen los otros en occidente, pero es indiscutible que eleva el listón en su propia saga y para los que vienen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario