25 oct 2018

Red Dead Redemption 2. El ocaso de los forajidos

Han pasado 8 años desde el lanzamiento de Red Dead Redemption, un título de la pasada generación que demostró que Rockstar era mucho más que Grand Theft Auto. Dejaban de lado los coches, mafias y ciudades modernas para trasladar la acción a principios del Siglo XIX, donde el Salvaje Oeste dejaba pasó a la "civilización".

Se trataba de todo un homenaje al cine western, con un protagonista muy al estilo de los de Clint Eastwood: serio, pero con buen fondo. Su nombre era John Marston y su objetivo principal consistía en volver a reunirse con su mujer e hijo. 

El estudio dejaba del lado la sátira y los personajes excéntricos para montar una historia centrada en el drama. Un mundo abierto marca de la casa, donde el forajido no era un tipo tan malo, y los señores de placa no buscaban hacer el bien. El final ya nos dio una pista de que Rockstar podía cambiar el género de sus mundos, y con L.A. Noire, Max Payne 3 e, incluso los finales malos de GTAV, lo demostraban.

Ahora llega Red Dead Redemption 2 para dejar claro que pueden marcar una generación de consolas con su título más maduro hasta la fecha.

RDR2 no es una secuela, a pesar del título. Se trata de una precuela, ambienta a finales del siglo XVIII, en la que conoceremos a personajes de la entrega anterior en otra época de sus vidas, pero que puede disfrutarse sin necesidad de haber jugado a RDR.
Hay un nuevo protagonista, Arthur Morgan, la mano derecha de Dutch van der Linde, líder de una famosa banda de forajidos. Durante sus 60 horas de historia comprobaremos cómo es la vida de esta peculiar y heterogénea banda que solo busca vivir en libertad. Para ello asaltan, roban y "redistribuyen" propiedades del gobierno.
La banda es un refugio de antiguos esclavos, indios, mujeres y todo tipo de personas consideradas despojos de la sociedad.
El forajido/filósofo, Dutch, y su banda se verán sometidos a una persecución sin cuartel por gran parte del territorio sur de los Estados Unidos, mientras buscan una forma de sobrevivir al nuevo mundo y a la ley.

La serie Red Dead ha recorrido mucho camino con solo tres títulos. El primero de ellos, Red Dead Revolver, estuvo en manos de Capcom y Angel Studios, pero la compra de este último por parte de Take-Two, provocó que el juego acabara en la hoja de ruta de Rockstar. 
Revolver pasó sin hacer mucho ruido y poco queda de él en los nuevos Redemption, salvo la idea de una trama profunda.

La banda es tu familida y debes mantenerla a salvo

Esta secuela/precuela se ha movido al terreno del simulador total. Desde cabalgar y disparar hasta comprar en la tienda, dan lugar a distintas animaciones plagadas de realismo. Ir a comprar no solo consiste en hablar con el tendero y seleccionar los objetos. Se nos exige ojear un catálogo de época para elegir la ropa y armas, o ir hasta las estanterías para coger los útiles que queremos llevarnos.
Lo mismo ocurre con la comida. Arthur tiene que prepararse la comida y el café en hogueras, para más tarde tomarse su tiempo en degustarlos. La alimentación es importante y afectará a los atributos y físico del personaje.

Los tiroteos ganan en realismo con unas físicas que reaccionan según a la parte del cuerpo que disparemos. Podemos apuntar a las armas, piernas, brazos y cabeza para acabar con los enemigos y desmembrarlos por el camino (Dead Eye es muy útil en estas situaciones), dependiendo del calibre con el que disparemos. Tampoco podremos llevar encima un arsenal que aparezca por arte de magia con una rueda de selección. Arthur solo lleva las armas que le quepan encima, lo que como mucho serán un par de revólveres, escopeta/rifle y arco. Aquí entra en acción una de las características de nuestro caballo, el cual ejerce como inventario.

Nuestro caballo no es solo un medio de transporte, es nuestro gran aliado que reacciona en función al vínculo que mantengamos. Considerar al equino como una herramienta, provocará su cansancio e incluso muerte, la cual es definitiva, dejando a Arhur varado en medio de la nada. El mapa es demasiado grande para sobrevivir a pie.
El caballo tampoco es un todo terreno e intentar cruzar terrenos peligroso nos llevará a acabar tirados por el suelo y sufriendo daño. Sí, nos podemos caer del caballo y matarnos

Sin el caballo no eres nada

También se nos pueden caer las piezas que cacemos, dando al traste con nuestro esfuerzo y las posibles ganancias. El dinero no abunda en el título y la venta de pieles y carne otorga un beneficio extra, aunque se trata de una actividad exigente. Contaremos con el Dead Eagle, una especie de sentidos de brujo o modo detective, que nos permitirá obtener rastros y olores. Dependiendo de lo dañado que acabe el animal tras ser abatido (el arco es el arma recomendable), podremos venderlo o no, pero antes habrá que despellejarlo (escena grotesca y realista como pocas), cargarlo a lomos del caballo y cabalgar con cuidado hasta una ciudad o pueblo. Como extra de dificultad, por el camino podemos ser atacados por bandidos u otros depredadores. Además, de tardar demasiado, el animal puede pudrirse, habiendo gastado munición y tiempo para nada.

Las misiones principales del juego engloban tiroteos, atracos, persecuciones y rescates, siempre apareciendo de formas variadas y aumentando de ritmo a medida que avancemos. Tampoco faltan minijuegos, como el póker, y misiones secundarias, como el campamento. Encargarnos de la moral del campamento es una de nuestras tareas como mano derecha del líder. Conseguir comida y abrigo para los miembros de la banda les hará contarnos nuevas historias y desbloquear encargos. Una actividad destinada a quienes buscan sumergirse en su mundo por completo.

Estamos ante el título de Rockstar con mayor carga narrativa y emocional hasta la fecha. Arthur lleva consigo una libreta en la que anota todo lo que va descubriendo sobre el mundo y sus personajes, pudiendo echarle una ojeada en cualquier momento para conocer los pensamientos del protagonista al respecto. 
El guión del juego está a la altura de una producción cinematográfica, en el que no faltan los homenajes a la filmografía de Sergio Leone o a Sam Peckinpah y su Grupo Salvaje. Su banda sonora tampoco tiene nada que envidiar a las composiciones de Ennio Morricone.

Las armas se oxidan con el agua y se rompen con el uso

Por primera vez en un juego de Rockstar podremos determinar la moral del personaje principal. En cualquier momento, podemos interactuar con los NPCs que pueblan su mundo (se puede acariciar todo perrete que encuentres), dando lugar a todo tipo de situaciones. Dependiendo de nuestro comportamiento, la gente reaccionará de una forma u otra al vernos aparecer. Bien nos pueden saludar como a un amigo, o salir despavoridos a encerrarse en casa. No existe un sistema de bueno o malo, pero asesinar a gente por diversión, hará caer todo el peso de la ley sobre nosotros.

A RDR2 le va a ocurrir lo mismo que a God of War. Los fans de GTA que van buscando una diversión sin profundidad, van a encontrarse con la sorpresa de un título más sereno, en el que actuar sin sentido se paga con la muerte. Hay que cocinar, cuidar del caballo, bañarse, limpiar las armas y cambiarse de ropa en función del tiempo y clima. 
Al igual que al Kratos barbudo, la madurez da lugar a una violencia más realista, cruda y desagradable.

Red Dead Redemption 2 es la obra maestra de Rockstar. Han dedicado todos sus estudios y recursos a desarrollar el título, cosa que solo pueden permitirse ellos, al disponer de una máquina de hacer dinero como es GTAV. 
No solo mejoran la experiencia Red Dead, también han incluido todos los elementos de GTA, L.A. Noire y Max Payne para crear una aventura que funciona a la perfección en el terreno jugable y narrativo. Una obra maestra que se aleja del gamberrismo de GTA y se asienta como un producto más maduro y violento.

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