La serie de la BBC Two y, también, emitida en Netflix, es un drama histórico, oscuro y violento, donde nos muestra la vida en Birmingham, tras el final de la I Guerra Mundial.
Se podría asociar BBC + drama histótico = Downton Abbey 2.0. Craso error. Esta serie no se anda con tonterías ni delicadezas a la hora de mostrar la violencia de una sociedad en proceso de industrialización y destrozada por la pobreza.
Un gran cargamento de armas del gobierno británico ha sido robado en Birmingham y
Wiston Churchill (en su etapa anterior a primer ministro) encarga la investigación al inspector Campbell (Sam Neill), un agente que no se anda con tonterías a la hora de llegar al fondo de sus casos.
El inspector no tarda en darse cuenta de que la ciudad está gobernada por la familia Shelby, cabecillas de la banda Peaky Blinders, fijando su punto de mira en Thomas Shelby (Cillian Murphy), el segundo hermano y jefe de la banda.
Si bien la enemistad entre Campbell y Tommy es parte esencial de la serie, no acapara toda la misma. Cada uno tienes sus frentes abiertos. Campbell tiene que recuperar sus armas, lidiar con la mafia local, sus propios hombres corruptos, comunistas y el IRA, mientras que Tommy se enfrenta a otras mafias (italiana, judia y local), gitanos, policías y al IRA, que no parecían perder mucho el tiempo.
A parte de Tommy, los Peaky Blinders están compuestos por el borracho, cocainómano y violento de su hermano mayor, Arthur; el tercer hermano John, el cani por excelencia, que no tiene 25 años, pero ya ha luchado en una guerra y es viudo con 4 hijos; y su tía Polly (Helen McCrory, la bruja mala de la 2ª Temporada de Penny Dreadful), la voz de la conciencia hasta que saca la navaja.
La banda se dedica al mundo de las apuestas ilegales de caballos (amañando alguna que otra carrera), pero son unos emprendedores y no se cierran a nuevos negocios como el tráfico de tabaco y alcohol o cobrando el tributo de protección. Todo ello usando de tapadera su empresa de Export-Import y sus pubs (las formas favoritas de negocio de los mafiosos. Hay cosas que nunca cambian).
La serie muestra a una sociedad muy reconocible hoy día. Mientras los mafiosos van por la calle en sus coches nuevos, vistiendo sus trajes caros, a plena vista de todos y sin tapujos, el pobre comunista de turno, que lucha por los derechos de los trabajadores, se ve obligado a cambiar de domicilio cada día para no acabar apalizado por las fuerzas del orden. Los gobiernos tienen sus prioridades y el comunismo va antes que el crimen organizado.
Los violentos e inteligentes personajes traumatizados por las secuelas de la guerra, el ambiente frío y oscuro de la industria y el clima gris de Inglaterra, dan un gran acabado visual a la serie, más parecido a una película.
La banda sonora es otro acierto de la serie, dando mucho juego en ciertos momentos de la trama. Nick Cave and The Bad Seeds, Artic Monkeys y Royal Blood, entre otros, ponen sus temazos de los capítulos.
2 Temporadas de 6 capítulos cada una y confirmada la tercera para principios de 2016. Destacar la aparición regular de Tom Hardy en la segunda temporada, como el bipolar jefe de la mafia judía.
Peaky Blinders es una buena forma de pasar las horas te guste o no el género de mafias, pues tiene más que ofrecer con un ritmo más acelerado y menos pesado que otras series similares como Boardwalk Empire.
Especial mención merece el arma patentada de los hermanos Shelby: la gorra-navaja. La expresión: "te van a correr a gorrazos", adquiere una nueva dimensión.
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