25 ago 2015

MGS V: The Phantom Pain. Soy Leyenda

Había dudas, polémicas y críticas. Mucho se ha escrito desde que Kojima Productions anunció la quinta entrega de la saga y última para su creador.

Tras el epílogo MGS 4, ¿había hueco para otra aventura de Solid Snake? 
No, no lo había. Solid ya había sufrido lo suyo y no tenía más que decir. Pero Big Boss era otro cantar. La última palabra era para la Leyenda hecha soldado (con permiso de Robert Neville). Y ha hecho historia.


Es difícil encontrar una saga donde su protagonista no sea el protagonista principal o donde el villano no sea el villano. 
Si bien Solid y Ocelot/Liquid han sido archienemigos durante la saga, llamar héroe a uno y villano a otro es algo bastante drástico. 
No todo es blanco o negro ni líquido o sólido (en este caso). Hay ideales admirables en ambos de un mundo libre del control de unos pocos, pero los métodos han marcado diferencias. Y, la parte más impactante, llega al conocer, que estos dos sólo han sido los últimos peones en la partida entre Big Boss y Zero.

En la tercera entrega, pudimos controlar por primera vez al que iba a ser el mejor soldado del mundo y marcar el devenir del mundo en la saga Metal Gear. 
Era un tío más simpático y cachondo que el serio y torturado Solid. Pero, puñalada por la espalda tras puñalada por la espalda y un ojo menos, el Snake original comienza a mudar la piel a una versión más fría y dura. De motivos no anda escaso, todo sea dicho.

En The Phantom Pain, veremos el descenso a los infiernos de Big Boss en la búsqueda de su venganza. Tras el final de Ground Zeroes, donde la organización Militares Sin Fronteras es asaltada y destruida, y Big Boss y compañía son alcanzados por la explosión de la bomba que Paz llevaba en su interior, Big Boss despierta 9 años después en un hospital en Chipre (sin brazo y con un trozo de metralla en la cabeza que recuerda a un cuerno), donde jugaremos un prólogo/tutorial cuanto menos que inesperado y parecerá que estamos en un Silent Hill.

Si sois seguidoras/es de la saga lo mejor es no ver ningún trailer, ni siquiera el de lanzamiento que saldrá esta semana. Todo para disfrutar mejor de la historia y sus sorpresas. Ver los trailers da lugar a teorías y eso no es bueno.

El prólogo podría dar la idea de que estamos ante otro MGS donde habrá un vídeo larguísimo cada 20 minutos de juego, pero es engañoso. Kojima ha buscado otra forma de narrativa y los vídeos serán de pocos minutos y muchas de las conversaciones tendrán lugar mientras jugamos. 
Las largas conversaciones por códec han sido sustituidas por cintas que podremos recoger durante las misiones y escucharlas para ponernos al día o profundizar más en la historia.

La jugabilidad es la prioridad en The Phantom Pain. Mapas gigantescos con diferentes zonas plagadas de vida, objetos, bases y misiones. Un estilo de juego sin guión donde hacer cosas espectaculares corre a nuestro cargo. 
Tenemos multitud de armas, objetos, equipos y compañeros para planificar las misiones como queramos. Entrar y salir sin ser vistos o entrar a saco y huir en tres minutos. Un gran abanico de posibilidades animado por un arsenal variado y personalizable.

La infiltración sigue siendo el elemento principal, pero esta vez el ser descubierto no está tan penalizado como en entregas anteriores y el movimiento reflejo nos dará la oportunidad de acabar con el enemigo antes de dar la alarma.

Estamos ante la entrega más estratégica y rolera de la saga. No todo es pegar tiros. Tendremos que gestionar la Base Madre para aumentar nuestro número de armas para fabricar, objetos, trajes, etc. Para ello, tendremos que reclutar a nuevos miembros y expandir nuestra Base para darles cabida. 
Podemos reclutar a todo soldado enemigo que veamos, y cuyas estadísticas nos interesen, usando el Fulton, un globo que los mandará hacia el cielo para ser recogidos. Cuidado con hacerlo cerca de otros enemigos. 
No sólo podemos reclutar soldados, también, podemos llevarnos armamento, vehículos y animales de la zona. Habrá que tener un ojo abierto durante las exploraciones porque nunca se sabe cuando un oso puede atacar.
Cada departamento de la Base Madre desarrolla diferentes elementos de jugabilidad (armas, objetos, vestimenta) por lo que podemos optar por desarrollar antes los departamentos que más se aproximen a nuestro estilo de juego.
Visitar nuestra base con regularidad, dejarse ver por los soldados y realizar contratos es una buena forma de mantener la moral alta. Exacto, hay soldados que pueden desertar si la cosa se pone fea.

Cada misión se nos presenta como un capítulo de una serie, con sus títulos de créditos, nombre de los protagonistas y su continuará. Antes de cada misión elegimos el equipo, armas y compañeros. Incluso podemos elegir a otro soldado que no sea Big Boss. Controlar a un personaje femenino es posible, una grata sorpresa muy bienvenida. 
Todo tiene un coste en The Phantom Pain y hemos de evitar quedarnos en números rojos, por lo que gestionar recursos y buscar nuevos es una prioridad.

Exceptuando a D-Horse, el resto de compañeros serán opcionales, pero es una tontería dejarlos pasar en la primera partida. D-Horse nos ofrece movernos por grandes extensiones de terreno sin llamar mucho la atención y cargar cuerpos, D-Dog detecta enemigos y objetos y puede atacar, D-Walker orientado al combate letal o noquear enemigos y Quiet será la compañera más letal del grupo con más posibilidades de salvarnos el culo cuando la cosa se pone fea. 
Cada compañero tiene una serie de órdenes que podemos darle y sus propias personalizaciones tanto de equipo como de armas y nuevas habilidades para desbloquear. Por ejemplo, si desarrollamos un cuchillo para D-Dog este podrá acabar con enemigos por su cuenta.

Volviendo a Quiet, es una pena que el personaje más complejo e interesante del juego, acabe como un objeto de lujuria por su vestimenta. Tiene una explicación para que vaya así vestida, pero también te ahorras la explicación y la vistes con un equipo más acorde a la situación de guerra que se vive. El Big Boss desnudo va más vestido.

La historia sigue siendo muy Metal Gear (hechos reales con elementos de ficción y poderes sobrenaturales) y si este es tu primer juego, te lo pasarás bien jugando, pero enterarte de mucho, no te vas a enterar. 
Es el juego más crudo y violento. Kojima continúa haciendo críticas a la guerra (usar un juego de guerra para hablar de paz no es común y es otra de sus señas de identidad), tratando temas como los niños soldados, la tortura para obtener información, política y dinero. Aún así, me atrevo a decir que en la realidad es peor.
El +18 no es por la vestimenta de Quiet.

Estamos ante un juego muy abierto en el orden de escoger misiones. Se acabó la linealidad en todos los sentidos. 

Las batallas con los Jefes son de lo más espectaculares y habrá que darlo todo y, a veces, ser cuidadoso. La experiencia no decae en ningún momento y si le unimos los casi inexistentes tiempos de carga todo fluye que da gusto.

Con la salida de GTA V, Kojima dijo que su MGS V no era tan grande como Los Santos. El japonés es fan de la saga de Rockstar, pero su declaración era muy modesta. Sus mapas son enormes, llenos de objetos por descubrir y con infinidad de cosas por hacer, muchísimas más que en Los Santos. Diré que jugar 30 horas no es suficiente para ver y hacer nada al completo. 
Estamos ante el juego más largo (con muchísima diferencia) de la saga y más rejugable a la hora de encarar las misiones por la ausencia de guión en las mismas. No habrá dos jugadoras/es que hagan la misma misión igual.

Tras un juego tan completo, que hará muy buenas ventas el próximo 1 de septiembre, se hace aún más inexplicable las decisiones de Konami de dejar de lado las grandes superproducciones y apostar por el mercado móvil (menos presupuesto y más beneficio).
Es cierto, que el juego ha costado más de 80 millones de dólares, pero sus ventas van a ir mucho más allá y tras este hubiese venido Silent Hills, desarrollado también con el impresionante motor gráfico Fox Engine, otro pelotazo. 
Tomar la decisión de cerrarse a los Triple A, teniendo a un Hideo Kojima y su equipo que acaban de revolucionar la industria y hacer historia, se hace aún más inexplicable.

Hideo Kojima continuará haciendo videojuegos y The Phantom Pain es su adiós a la saga, el mejor título de la misma y el mejor juego de infiltración (y si me apuras, el mejor de acción) de la historia... hasta la fecha.

Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es enorme e impresionante con muchas horas de vida social para arrebatarte. 
Siempre habrá el típico que diga: "El mejor es el primero de PSX y todo lo demás es mierda". U otro, más cerrado aún, que diga: "El culmen de su aspecto visual y jugable lo alcanzó en Metal Gear 2: Solid Snake de MSX2". Of course, of course. 
Si alguien os dice eso alejaos rápidamente porque puede ser peligrosa/o.

Para terminar sólo diré, de forma definitiva (de verdad de la buena) que el mejor juego del año sale el PRÓXIMO 1 DE SEPTIEMBRE PARA PS3, PS4, XBOX 360, XBOX ONE Y PC.

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