Un thriller con momentos de acción y violencia que sigue a cuatro mujeres muy distintas, mientras intentan sobrevivir en un mundo dominado por hombres.
Chicago. Una banda de criminales son tiroteados por la policía tras un golpe fallido, dejando tras de sí una deuda con Jamal Manning (Brian Tyree Henry), el mafioso jefe de la zona con aspiraciones políticas. La deuda cae sobre sus viudas, Verónica (Viola Davis), Alice (Elizabeth Debicki), Linda (Michelle Rodríguez) y Belle (Cynthia Erivo), quienes optarán por tomar las riendas de su vida por primera vez.
Viudas es una de esas historias que podría haberse contado de muchas formas distintas. Por ejemplo, como una comedia sin ningún tipo de fondo al estilo Ocean's 8. Por suerte, la historia recae sobre McQueen y Flynn, dos creadores famosos por su crudeza e impactante estilo narrativo.
Además, la película no solo es un thriller con giros de guión centrado en el mundo criminal, sino que abarca muchos más temas, desde la corrupción política y el racismo hasta el maltrato en el hogar y el machismo. Porque, para las mujeres, todo es un campo de batalla.
Las protagonistas, aunque tienen en común maridos dedicados al crimen, no podrían ser más diferentes. Algunas viven bien y se dedican a sus hijos, mientras que otras sobreviven como pueden. También están las que saben a qué se dedican sus parejas y las que prefieren hacer como que no. Autoengaño que no va evitar la reclamación de las deudas y amenazas de muerte.
También hay tiempo para hablar de las relaciones y sus secuelas. Mientras que el personaje de Viola Davis mantenía una relación de confianza y respeto con su marido (Liam Neeson), no le ocurre lo mismo al de Elizabeth Debicki con el suyo, interpretado por Jon Bernthal. Ambos solo interactúan como pareja menos de un minuto en pantalla, pero marcan todas las casillas de una relación tóxica entre maltratador y su víctima.
Por otro lado, se encuentra la trama política. El mafioso interpretado por Henry quiere meterse a político, sabiendo que de esa forma podrá seguir con sus negocios ilegales desde una posición de seguridad. Enfrente tiene al político eterno, Jack Mulligan (Colin Farrel), un hombre cuyo padre (Robert Duvall) y abuelo gobernaron antes que él.
La primera conversación entre ambos personajes es todo un ejemplo de masculinidad tóxica y una pista de que el mundo de la película (y el real) no es women friendly.
La tercera parte de la trama llega cuando las cuatro viudas se reúnen y deciden planear un golpe para saldar las deudas que les han legado sus maridos. La acción de la cinta viene de la mano de las cuatro protagonistas, mientras que el punto de violencia corre a cargo de Jatemme, el inexpresivo asesino al que da vida Daniel Kaluuya.
McQueen y Flynn consiguen con Viudas (Widows) algo que para muchos es impensable: realizar un ambicioso thriller de vértigo protagonizado por mujeres.
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