11 mar 2015

This War of Mine ayuda a los niños en zonas de guerra con su DLC

El título de 11 bit studios llegó el pasado noviembre como uno de esos juegos indies que rompen esquemas y muestran la realidad sin necesidad de guión ni escenas de acción. Estamos en un campo de batalla y no somos soldados élite ni espías multidisciplinares: somos civiles que buscan sobrevivir un día más.


"EN LA GUERRA MODERNA, MORIRÁS COMO UN PERRO
SIN NINGÚN MOTIVO"

Esta cita de Hemingway, es lo primero que encontramos al arrancar el juego y lo que nos indica que no estamos ante un juego de guerra típico. Esto no es un Battlefield o un CoD que nos invita a ser soldados y a plantearnos alistarnos al ejército de turno para vivir un subidón.

Inspirado en el sitio de Sarajevo (1992-1996), 11 bit studios se desmarca de lo acostumbrado en los juegos de guerra y nos pone en la piel de los civiles.

This War of Mine muestra la guerra con mayúsculas y lo que significa vivir el terror y la desesperación. Nada de héroes que luchan contra un dictador o frustrar los planes de un villano internacional que planea un ataque nuclear.

Nos encontramos en una ciudad sin nombre que podría ser cualquiera desde Ucrania hasta Gaza pasando por media África. Naciones Unidas promete enviar a su ejército para pacificar la zona y ayudar a los civiles (risas, risas y más risas), cosa que nunca ocurre en el mundo real y tampoco va a ocurrir en la ficción.

El juego no tiene un guión o trama fija y se va generando de forma aleatoria y teniendo en cuenta nuestras acciones. Tampoco hay un final y el juego dura lo que aguantes. 
Manejas a un grupo de 3 civiles, habitantes de la ciudad que no pueden huir y han de sobrevivir hasta que se produzca un alto el fuego. Estos tres personajes son aleatorios y en algunas partidas serán tres hombres o dos hombres y una mujer, etc. Ninguno tiene nombre al igual que la ciudad y tampoco sabes qué ejércitos están luchando en tus calles ni por qué. A tí, lo único que te importa es llegar a mañana.

Cada uno tiene una habilidad especial: correr rápido, cocinar y buscar en la basura. Durante el día, no se puede abandonar el escondite porque acabarás siendo asesinado por los soldados de uno u otro bando, por lo que se aprovecha para fabricar herramientas o buscar por la zona. Cuando cae la noche es cuando hemos de mandar a uno de los tres a explorar y encontrar recursos: agua, vendas para los heridos, comida o herramientas. En estas exploraciones podemos ayudar a otros supervivientes o robarles y lo mismo nos puede ocurrir a nosotros. 

Es un juego de estrategia y superviviencia que, a pesar de su ritmo pausado, podemos calificar de survival-horror, aunque no nos encontremos con zombis ni tengamos que liarnos a tiros.

Es un título, que unos padres no comprarían a sus hijos por su enfoque, pero que no dudan en comprarles los Battlefield o CoD de turno, donde todo es más colorido y superficial.

Ahora llega un DLC con graffitis de artistas reales que podemos ir coleccionando y cuyo importe total va destinado a War Child, una ONG dedicada a ayudar a niños y niñas atrapados en zonas de guerra. El DLC tiene varios precios: 0,99€, 9,99€ y 19,99€ según lo que se quiera aportar.

¿Quién dijo que los videojuegos eran todo tiros y muertes y convertía a dulces adolescentes en asesinos en serie?

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