Syndicate tienen la tarea de subir la moral de las/os jugadoras/es de la saga, tras la frustración que supuso Unity, tarea más complicada que liberar Londres.
Un triple A por año sigue siendo la apuesta de Ubisoft con la saga AS y con Unity los temores de haber tocado fondo se hicieron realidad. El nuevo motor AnvilNext era una bestia, especialmente a nivel jugable, pero los bugs como quedarte sin cara y la escasa evolución jugable del título, aumentó su leyenda de sacacuartos.
Exigir a un equipo que cambie la jugabilidad de un título tan grande como AS de un año a otro es una tarea titánica y estamos hablando del aspecto más elemental de un juego. Lo mismo ha venido ocurriendo con la variedad de misiones, que han ido llegando a cuenta gotas. Uno de los problemas de la saga desde la primera entrega ha sido gozar de una gran ciudad o ciudades llenas de vida y sólo poder hacer 4 ó 5 tipos de misiones y recoger coleccionables. Una pena.
Ubisoft venía prometiendo que Syndicate sería el juego más grande y novedoso de la saga. El mapa de Londres de 1868 es un 30% más grande que el París de Unity y novedades tanto a nivel argumental y jugable trae bastantes.
La primera novedad conocida viene marcada por sus protagonistas: los gemelos Frey. Jacob es el experto en combate, muy concienciado por la lucha de clases y liberar a los trabajadores (hombres, mujeres y niños), que se han convertidos en esclavos legales, dando su merecido al empresario o líder político sin escrúpulos de turno.
Por otro lado, Eve se centra en acabar con los templarios y adelantarse a sus movimientos para que el credo pueda sobrevivir un día más.
Como buenos hermanos, las discusiones entre ambos sobre cómo actuar están muy presentes.
La Hermandad se encuentra en sus horas más bajas. Los Templarios controlan a la nobleza y a la iglesia, haciendo y deshaciendo a su antojo, mientras que los Frey deberán comenzar desde los bajos fondos de Londres para recuperar barrio a barrio la ciudad, tarea de la que se encargará Jacob, formando la banda de Los Rooks.
Reclutar a nuevos miembros, mejorarlos y subirlos de nivel es una de las características recuperadas de Brotherhood, pero se le añade más, ya que para controlar un barrio totalmente hemos de enfrentarnos en una batalla campal contra la banda de los templarios, Los Blighters.
Podemos cambiar entre los hermanos cuando queramos y, salvo algunas misiones, podemos jugar casi de forma exclusiva con uno de ellos. Cada uno tiene un par de habilidades propias, como la habilidad de camaleón de Eve si se queda quieta o su gancho a lo Batman. Por lo demás, no hay una diferencia muy grande entre ambos que te obligue a cambiar de uno a otro para facilitarte las cosas. Puedes elegir al que más te guste y tirar pa´lante.
El elemento rolero se ha profundizado algo más en los hermanos. Subir de nivel, mejorar las estadísticas, el árbol de habilidades, el equipo para cada hermano y la variedad de armas a su disposición han aumentado un poco.
Lo grandes asesinatos ofrecen varias rutas para realizarlos. La apuesta de Syndicate por el sigilo es más fuerte que en anteriores entregas, pero a veces, sin saber muy bien por qué, alguien te verá y acabará con tu plan de infiltración. La infiltración y sigilo no está tan bien cuidada como en The Phantom Pain y es algo que esta saga debería traer de serie, al gozar de más variedad de estructuras y alturas para este cometido.
Los combates han ganado en agilidad, aunque los enemigos siguen esperando turno para atacar, y los "fatalities" son todo un acierto.
Esta vez se ha apostado por la campaña principal dejando fuera el multijugador, pero el espíritu sacacuartos sigue vigente con los créditos Hélix, una cosa de Ubisoft para perder más fans porque es inexplicable. Viene a ser: si pagas, tendrás nivel adecuado para pasarte más fácil el juego.
La argumento está más cuidado en esta entrega explicando hechos y marcando por dónde irá la próxima entrega. El descuidado presente en las últimas entregas, sigue sin tener a un personaje controlable como Desmond, pero goza de cinemáticas más largas y explicativas.
Y ahora, la pregunta del millón: ¿hay bugs en la nueva entrega? La duda ofende. No hay ninguno tan sangrante como en Unity, pero puede ocurrir que se te quede pillado el juego en algún momento y tener que salir del juego.
Syndicate es un buen juego, muy superior a Unity, pero sigue faltando novedad y la sensación de repetición sigue estando muy presente en muchas misiones.
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