26 ago 2017

Ikari. La luz crea oscuras sombras

Thriller-drama japonés de 2016 dirigido y escrito por Lee Sang-il (Hula Girls y el remake samurai de Sin Perdón), que adapta la novela de Shuichi Yoshida. 

Tres historias protagonizadas por personas muy diferentes en distintas zonas del país y un programa de televisión sobre la búsqueda de un asesino como nexo de unión.



Un matrimonio es brutalmente asesinado en su propio hogar y la palabra Rage escrita con sangre.
En una aldea de pescadores, Maki (Ken Watanabe) intenta volver a su vida normal junto a su hija, Aiko (Aoi Miyazaki), quien se enamora del chico nuevo del pueblo.
En Tokyo, Yuma (Satoshi Tsumabuki) se encuentra con el extraño Naoto (Go Ayano) y comienzan una relación.
En Okinawa, la joven Izumi (Suzu Hirose) entabla amistad con el mochilero Tanaka (Mirai Moriyama).
Uno de ellos es un asesino de sangre fría buscado por la policía. Pero no es el único peligro.

La violencia está presente en todas las historias, siendo la agresión sexual su forma más común y sufrida por algún personaje de estás diferentes historias. Y esa es una de las críticas de la cinta: diferentes zonas del país, difetentes estratos sociales y económicos, y difetentes orientaciones sexuales,  y, sin embargo, la violación acaba apareciendo marcando las vidas de las víctimas.

La luz y los entornos abiertos, coloridos y alegres dan la sensación de lugares ideales y, contrario a la creencia popular, en estos lugares y a la gente buena les pasan cosas horribles.

El interés de saber quién es el asesino es un continuo, pero choca el ver cómo otros criminales campan a sus anchas y son aceptados como "cosas que pasan". El ejemplo de los soldados estadounidenses que violan a mujeres en Okinawa y se tiene por normal.

En cierta forma, la historia nos cuenta cómo surge este asesino que, pronlemas mentales aparte, es un producto del menosprecio social. La sociedad que señala  y margina a la gente que consideran apestados/as es la maquinaria responsable de gran parte de esta violencia.

Ikari (Rage) demuestra que hasta en el paraíso ocurren injusticias.

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