La serie que dirige y produce David Fincher (también tiene a otro rostro conocido como el de Charlize Theron como productora) está basado en el libro Mindhunter, escrito por los agentes del FBI John E. Douglas y Mark Olshaker, y usa a personajes ficticios (aunque basados en los agentes reales) para introducirse en la mente de los asesinos en serie más "famosos" de los Estados Unidos e intentar explicar el por qué de sus atrocidades.
La trama está protagonizada por los agentes del FBI Holden Ford (Jonathan Groff), Bill Tench (Holt McCallany) y la doctora en psicología Wendy Carr (Anna Torv), quienes, en un intento por comprender a los asesinos más peligrosos de la época, fundan La Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI.
Los protagonistas no sólo deben carearse con los psicópatas más peligrosos, también tienen que lidiar con el resto de compañeros que no entienden que hacen dándole conversación a esos monstruos.
"Está loco", no es una explicación válida para ellos y su búsqueda de las raíces de los problemas de estos hombres puede llevarles a identificar al resto que merodean libres en la sociedad.
El desarrollo de su historia no es el típico de una serie de policías y asesinos. Aquí no se suceden interrogatorios para capturar al asesino (los hay, pero es circunstancial). La trama se sustenta en las conversaciones, la exploración de la personalidad de los asesinos y la vida personal de los protagonistas.
Los métodos y "razones" de los psicópatas son variados, pero sus víctimas siempre son iguales: las mujeres. Dominar, poseer y humillar a la mujer es el fin último de estos hombres, cosa que como bien explica Ed Kemper (Cameron Britton), solo puede conseguirse cuando las matas.
El núcleo de sus obsesiones son las mujeres y son capaces de justificar todas sus torturas, buscando la empatía de otros hombres y colocándose en el papel de víctimas (Recuerda a un caso más cercano, ¿verdad?).
Tampoco verás escenas de asesinatos, violaciones o mutilaciones, pero Mindhunter se las arregla para perturbar de todas formas. Las descripciones que hacen los asesinos sobre sus matanzas son muy gráficas y la forma cómo las cuentan dan un extra de mal rollo. Estos son muy variados: malhablados como Speck (sale pocos minutos, pero de cada tres palabras que dice, dos son palabrotas), mentiroso como Brudos (el típico que te diría: ¿a quién vas a creer: a tus ojos o a mí?) y amistosos como Kemper.
El caso de Speck es un de esos que mosque más porque está condenado a cadena perpetua por torturar, violar y asesinar a 8 estudiantes de enfermería en una noche y, aún así, recibe cartas de amor de admiradoras.
Con películas como Zodiac y Perdida a sus espaldas, Fincher no es nuevo en la dirección de historias de psicópatas, pero si hay momentos donde la serie te recuerda a El Silencio de los Corderos es porque es un guiño a esta. Thomas Harris se inspiro tanto en Douglas como en Kemper, para dar forma a su agente Crawford y a Lecter.
Mindhunter también intenta dejar claro que no todos los psicópatas son asesinos en serie. Estamos rodeados de ellos y cuándo Holden comprende que Nixon es un psicópata, se preocupa de que hombres así lleguen a ser presidentes, a lo que Wendy le pregunta: "¿puedes llegar a ser presidente, si no eres uno?"
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