13 abr 2018

God of War. Los pecados del padre

Santa Monica Studio tiene toda la intención de revivir a su buque insignia, God of War, tras el estancamiento que supuso Ascension, esa precuela hecha con la intención de explotar al Fantasma de Esparta, tras haber liquidado a todo el Olimpo en God of War 3.

Por suerte, Cory Barlog, director creativo, ya estaba cansado del Kratos violento después de la segunda entrega, y para la tercera entrega propuso un cambio en la mentalidad del guerrero. No sabemos lo que se dijeron, pero Barlog acabó abandonando el proyecto y el estudio, para meterse en un reboot más afín a sus ideas: el Tomb Raider de Crystal Dynamics.

La nueva Lara Croft supuso todo un acierto (su tercera entrega, Shadow of the Tomb Raider, está cerca de anunciar su salida), al contrario que el nuevo dios del Olimpo. Solo quedaba tirar del socorrido reboot y echar por tierra 10 años de desarrollo del personaje, o traer de vuelta a Barlog. Y así se gestó el God of War de PS4.


God of War nos introduce a un Kratos frío y calmado, cuya primera acción en el juego será talar un árbol para incinerar a su esposa fallecida. Kratos y su hijo, Atreus deben alcanzar lo alto de la montaña para esparcir las cenizas. 

Esa es la premisa del nuevo God of War. Por supuesto, ocurren muchas más cosas, pero serían spoilers imperdonables. Lo que sí hay que dejar claro es que este inicio rompe con todos los juegos anteriores. Nada de batallas frenéticas desde el primer segundo contra monstruos gigantes. Este ya no es ese Kratos, y quien espere ver gore, violencia gratuita y el mini juego de sexo, que mejor se guarde el dinero. Este GoD es más The Last of Us y Hellblade: Senua´s Sacrifice que God of War. La omisión del 4 al final, era para dejar claro que no iba a ser más de lo mismo con mejores gráficos.

Dicho lo anterior, este juego es el más brutal de la saga. El personaje gana en profundidad y eso consigue que la violencia sea más impactante. Kratos es el dios de la guerra, pero lo oculta en esta nueva tierra y se lo esconde a su hijo, cubriendo las cicatrices de las Espadas del Caos de sus brazos. Al padre le preocupa que haya heredado su violencia.


La relación padre e hijo es el punto central de la narrativa y funciona perfectamente. Kratos se muestra distante con Atreus, pero tras la muerte de su mujer, no le queda otra que ocuparse de la educación del chico. Para Atreus, su padre es un hombre distante al que llama señor y del que nada sabe. Es en los arranques de ira del muchacho cuando vemos un nuevo aspecto del guerrero: el miedo. Ve a su antiguo yo en su hijo y, por eso, le repetirá en varias ocasiones "sé mejor", aunque Atreus cree que se refiere solo a la tarea de turno.

Esta vez el armamento de Kratos está más limitado. El hacha de Leviatán, el escudo y sus puños serán sus armas principales. Hay unas pocas más, pero no tantas como en juegos anteriores. Y, sin embargo, tiene el sistema de combate más profundo de la saga. Cada arma tiene muchos usos (y más con cada nivel que se sube), dando lugar a unos enfrentamientos más estratégicos y libres.

Por primera vez, podemos cambiar las armaduras de Kratos. Conseguir materiales será necesario para construir nuevas corazas que afectan a los atributos del personaje. Un elemento RPG que le sienta muy bien.

Atreus participa de forma activa en los combates con una gran variedad de movimientos y avisando de los peligros que no vemos. No es casual, ya que alertará a su padre de si un enemigo que no ve va a atacarle. 



Los combates contra todo tipo de criaturas y algún dios nórdico (se guardan al resto para futuras entregas) se intercalan con momentos de escalada y resolución de puzzles, que vuelven a estar muy presentes.

No es la única novedad jugable. El mapa ya no se limita a seguir un único pasillo con desvío para coger un cofre. Ahora es un mundo más abierto, sin llegar al sandbox, pero con bastantes áreas para explorar. Además de las misiones principales, podemos detenernos a realizar encargos secundarios y explorar. Estas misiones secundarias tienen sus propios hilos argumentales y no solo se limitan a una tarea de recadero.

Solo la historia principal sin desviarse a explorar ni hacer misiones secundarias, llevará 20-25 horas, que pasarán a ser 40, si te detienes a conocer la historia de Midgard y explorar todo su mapa. 

God of War no es un reinicio de la saga, pero sí es el comienzo de un nuevo capítulo en la vida de Kratos, acompañado de Atreus. Sin duda, el mejor God of War de la saga y uno de los indispensables de PS4, por mucho que a los puritanos amantes del vengativo Fantasma de Esparta les duela.

God of War es exclusivo de Playstation 4 y sale a la venta el viernes 20 de Abril.


No hay comentarios:

Publicar un comentario