Legend. Tom Hardy golpea dos veces

Película inglesa de 2015, basada en el libro The Profession of Violence de John Pearson, donde se recoge la vida de los gemelos Kray (no confundir con los gemelos Frye), los hermanos gangsters que campaban a sus anchas en el Londres de los años 60.

Reggie y Ronald Kray (Tom Hardy sin gafas y Tom Hardy con gafas) son los líderes de la banda empresa más puntera de Londres. Los jefes de la CEOE de la época para entendernos. Son dueños de clubs, pubs y casinos, donde las personas más ricas, poderosas y famosas se mezclan con los delincuentes. Lo mejorcito de cada casa, vamos. Dos celebridades más, que hacen y deshacen a golpe de fajos de billetes y amenazas. 

Lo más curioso de la peli es que es una historia real, con sus licencias, pero donde hechos, como el "tema de los políticos", (cuando veáis la peli sabréis a que me refiero) es real y hay información en internet sobre el asunto. 

La película toma como referencia a Frances Shea (Emily Browning) y su tormentosa relación con Reggie (Tom Hardy sin gafas), cuya historia aún no está muy clara hoy día. Este personaje nos irá narrando la historia, aclarando hechos e introduciendo personajes para los que no tengamos ni idea de la existencia de estos dos hermanos.

Los Kray son gemelos idénticos en apariencia y violencia, pero es Ron (Tom Hardy con gafas) el que se sale de las gráficas. 
Mafiosos violentos hay a punta pala, es una cualidad buscada para el oficio y si le sumas esquizofrenia paranoide con tendencias a la psicopatía, la violencia está servida. Hay sangre y palos en la peli, y, viendo cómo son los hermanos, podría haber más.

Y, para qué engañarnos, Ron es el que da más juego en la historia. A su diagnostico anterior y vida criminal, sumarle su homosexualidad (son los años 60. Insultos asegurados + psicópata = ¡BUM!) y su "novio" Teddy el loco (Taron Egerton), la locura y surrealismo están asegurados y son cosas que ocurrieron, lo que lo hace más surrealista.

Por otro lado, Reggie es el líder. No se ha gastado miles de libras en una escuela de negocios ni falta que le hace. Domina la opa hostil como ninguno y sabe rodearse del talento más cualificado. Un emprendedor de los que tanto nos gustan. El problema de Reggie es que nació en el país equivocado. Los ingleses y su obsesión con las leyes.

Continuando con mafiosos violentos y absurdos, el par de escenas en las que aparece Charlie Richardson (Paul Bettany) simulando un juicio y viendo el fútbol son un aviso de las locuras que se van a ver. 

Una curiosa historia sobre la mafia (y política), que muestra que no todo está hecho y hay nuevas formas de contar la vida criminal, muy alejadas de la elegancia de El Padrino y sus personajes educados y buenos modales.