3 años de desarrollo, un equipo de 10 personas, una idea y una superfórmula matemática capaz de coger varios elementos pre-diseñados para crear otros nuevos y únicos. Así es cómo el juego genera sus planetas, fauna y flora, dando lugar a 18 quintillones de planetas. Lo que algunos tocanarices han recalcado como "no es infinito, na na na". Como si fuesen a verlos todos.
Comenzamos en un planeta desconocido, después de haber sufrido un accidente. Nuestra nave ha de ser reparada y para ello necesitaremos explorar el planeta para encontrar los elementos necesarios. Alguien o algo, nos dará una pocas indicaciones a modo de tutorial y la meta final del juego: ir al centro del universo para encontrarle.
Desde el principio, el juego deja claro de que no va a ver dos experiencias iguales y cada cual va a comenzar en un planeta diferente. Habrá quien encuentre los materiales rápido y habrá a quien le cueste más debido a su escasez. Depende del planeta.
El juego es abrumador porque una vez que abandonemos nuestro primer planeta (tras pegarle un repaso), tendremos que decidir por nuestra cuenta qué hacer. Habrá quienes decidan ir directamente en ruta hacia el centro del universo (cómo si fuese un viaje corto), pero a medida que nos adentremos en el universo las amenazas serán mayores y ni nuestra nave ni nuestras armas serán rivales para piratas ni para el resto de enemigos hostiles.
La necesidad de "levear" para mejorar nuestra nave, armas, escáner, armadura e inventario será imperiosa y, para conseguirlo, será necesario explorar y comerciar en estaciones espaciales o asentamientos, con los NPCs que vayamos encontrando.
El juego podría parecer que no tiene historia y, en cierto modo, no la tiene al modo acostumbrado. No hay cinemáticas ni un guión estándar, lo que no quiere decir que no tengamos que tomar nuestras decisiones o vernos metidos en conflictos planetarios o interplanetarios. En este sentido recuerda a los Mount and Blade donde la historia la marcas tú.
Este universo no anda escaso de mitología propia y parece esconder más de una sorpresa en ese sentido.
Al principio, descubriremos especies extraterrestres, pero no nos podremos entender hasta que aprendamos su idioma. Y, en No Man´s Sky no hay nada que no se consiga explorando. Iremos encontrando monolitos y demás elementos que nos permitirán ir descifrando lenguas alienígenas y, así, comunicarnos con ellos. Algunos nos propondrán misiones y otros no serán muy amigables.
Tendremos la opción de intervenir en conflictos eligiendo facciones o pasando del tema. Ayudar a una facción tendrá una serie de recompensas y marcará el devenir de la situación en ese lugar. No andaremos escasos de pegar tiros o de combates espaciales.
En nuestro viaje por el espacio se pueden dar situaciones curiosas como encontrarnos con un carguero espacial al que robar si nuestra nave es lo suficientemente buena en combate o ver cómo el carguero es atacado por piratas. El universo está muy vivo.
¿Qué ocurre con el elemento multijugador, entonces? No estamos ante un Destiny o similar. La experiencia multijugador viene marcada por compartir descubrimientos con el resto de la comunidad, pero, ante todo, es una aventura en solitario que puedes disfrutar offline. Las posibilidades de encontrar a otro jugador son escasas y la diferencia online y offline consiste en que subir tus descubrimientos o no para que el resto lo vean.
Aunque Murray ha prometido actualizaciones para el modo multijugador. Ya se irá viendo.
No Man´s Sky no es un juego para todas/os. Hay que tomarse su tiempo y no estaremos todo el tiempo pegando tiros. A no ser que vayas de psicópata por los planetas matando todo lo que se mueva. Si es así, te vas a llevar una sorpresa.
Un juego de supervivencia donde tendremos que guardar a la mínima oportunidad para no acabar lanzando el mando o el ordenador por la ventana. ¿Alguien ha dicho reto?
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