Las demos iban mostrando la nueva mecánica, la potencia del motor RE Engine y se empezaba a atisbar el mal rato que íbamos a pasar en la América profunda de compañía japonesa. Y, efectivamente, por mucho que hayas jugado y rejugado la demo, el juego completo es una experiencia nueva y espeluznante.
Situado unos 4 años después de RE6, Ethan Winters recibe un mensaje de su mujer, Mia, para encontrarse en la ciudad de Dulvey (lugar ficticio), Louisiana, donde se han registrado múltiples desapariciones (como el equipo de grabación de la demo) en torno a la plantación de los Baker. Hasta ahí todo medio normal, sino fuera porque Mia lleva 3 años desaparecida y se suponía fallecida.
Si RE6 era el típico blockbuster de estudio con tiroteos, explosiones y poco trasfondo (o ninguno), REVII es la peli independiente con recursos para helar al espectador y un guión sólido con unos giros para quitarse el sombrero.
La primera hora del juego es ya de por sí una declaración de intenciones, que nos grita (más nosotras/os): "esto no es la demo y no sabéis la que se os viene encima (estómagos sensibles, cuidado con el momento cena)". Ethan no es agente secreto ni marine y empezamos sin nada de nada para defendernos. Mal rato asegurado. Pero las armas no mejoran la situación. Las balas escasean y disparar a lo loco se paga caro. La munición y objetos que necesitaremos para ir atravesando la mansión (y otros escenarios) se encuentran explorando y saqueando las habitaciones. Volvemos a un inventario con espacio limitado y las habitaciones "seguras" (un término relativo en REVII) nos permitirán dejar/coger objetos y guardar la partida.
Los Baker serán nuestra peor pesadilla y hacen un gran papel. Verlos pone los pelos de punta, sobre todo, cuando nos pillan cara a cara (con esta nueva vista en primera persona no perdemos detalle de los malos ratos). Sólo hay algo peor que ver a un Baker y es no saber por dónde te van a salir o cuándo. Abrir cada puerta es un acto de valor. Y más importante que abrirlas, es cerrarlas a nuestro paso.
La familia la componen: Jack, el padre con súper fuerza (si has jugado a la demo te habrá dado la bienvenida a la familia más de una vez), Marguerite, madre encantadora/lanza insectos y el angelito de la casa, Lucas, con capacidad de regenerarse. Habrá que enfrentarlos más de una vez. Otra cosa es que podamos matarlos. Tampoco hay que olvidarse de la anciana en silla de ruedas y la niña que nos harán soltar el mando varias veces.
Para desgracia de Ethan, los Baker no son los únicos habitantes de la decrépita mansión. Los holomorfos (variados en formas) serán más matables que la encantadora familia y no escasean, al contrario que la munición. Tampoco se han olvidado de los grandes y monstruosos Jefes.
La inmersión en la historia de terror es total. Más si jugamos de noche y a oscuras. Y, más aún, si alguien con recursos se hace con una gafas y la versión VR del juego.
La Matanza de Texas, SAW, The Ring o VHS (con cintas para ver/jugar repartidas por la casa) son las referencias al cine de terror que se vienen a la cabeza mientras juegas, con la salvedad de que Capcom los ha superado con una gran trama. Todo bien enlazado y con una tensión constante de principio a fin. Unas 10 horas sin respiro.
El punto negativo de REVII puede ser, precisamente, su duración: 9 - 10 horas, dependiendo de cómo exploremos y recojamos los coleccionables. Otra cosa interesante, son los dos finales que la historia ofrece. Puede que insuficiente para alargar su vida, pero más horas de aventura podrían haber acabado con su intensidad.
En resumen, si no pasas miedo jugando a videojuegos es porque no quieres. Los Bakers están ahí, ya depende de cada cual.
Por cierto la canción principal del mal rollo es Go Tell Aunt Rhody de Jordan Reyne.
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