Estados Unidos tiene a los héroes más poderosos de la Tierra, y estos tampoco son ajenos al capitalismo salvaje, a acumular Me gusta y a los vicios.
¿Y qué ocurre cuando una empresa posee los derechos de todos los superhéroes? Muchas cosas. Y pocas buenas.
Hughie (Jack Quaid) trabaja en una tienda de electrónica, y lleva una vida normal hasta que A-Train (Jessi T. Usher), el hombre más rápido del mundo, se cruza en su camino. El joven descubre, gracias a la intervención de Billy Butcher (Karl Urban) que los superhéroes no son tan virtuosos como aparecen en la televisión y tienen un lado oscuro.
En el mundo de The Boys, Los Siete son los héroes más poderosos del mundo y los más admirados. Esta versión realista de La Liga de la Justicia vive en una Torre estilo Los Vengadores y obedecen las normas impuestas por la Corporación Vought.
La empresa, representada por Madeline Stillwell (Elisabeth Shue), es la responsable de a existencia de Los Siete. Gestionan sus contratos, derechos de imagen, películas (tienen su VCU, guiño poco sutil al MCU) e intervenciones. Los superhéroes no pueden lanzarse a salvar a a gente en cualquier ciudad y sin permiso. Antes hay que firmar contratos, pagar cuotas y elegir al héroe apropiado.
Como si fuese la WWE, cada héroe tiene sus frases, personalidad y trasfondo para hacer las delicias de sus fans. La cuestión es hacer dinero y lo de salvar gente es secundario. Nos quedda claro al ver la trama de Starlight (Annie January) en el primer episodio. La nueva incorporación de Los Siete quiere ayudar a la gente, pero nada más entrar a formar parte de grupo se encuentra con una polla en la cara.
La crítica a los superhéroes está ahí; sin embargo, su objetivo es la industria del espectáculo y la política. Si cambias a los héroes por actores, la serie seguiría funcionando, puesto que las situaciones que se dan reflejan ese mundo.
Por ejemplo, tenemos a Homelander (Antony Starr), el Superman y héroe favorito de América. De cara al público es Don Perfecto, siempre con su sonrisa y palabras de ánimo, pero en realidad es todo un sociópata... entre otras cosas.
¿Qué hacen las estrellas de Hollywood cuando nadie les ve? ¿Y los políticos? Tras ver a Homelander en acción, aprenderás a no juzgar un libro por su portada.
Los ricos y poderosos son intocables. Y nadie mejor que el Hombre de Acero para representar esa metáfora.
Al otro lado tenemos a The Boys. Un grupo de gente sin poderes y con más de un trauma a sus espaldas que intenta quitarle la máscara a Vought y sus supuestos héroes. Dentro de este grupo, se encuentra The Female (Karen Fukuhara), la única miembro del grupo con poderes y que firma una de las presentaciones de personaje más brutales que se recuerdan.
Un aspecto de la serie que sorprende es que los personajes femeninos protagonizan más escenas de acción que los masculinos. De hecho, es raro no ver a alguna de ellas participar en una pelea. Por su lado, los personajes mascuinos están más centrados en follar, competir entre ellos, acosar y tomar drogas. Realismo puro.
The Boys es una serie más compleja y ácida de lo que parece a simple vista. No es ni una parodia de superhéroes ni una serie del género, sino un reflejo de la sociedad actual llevada al extremo.
En 8 episodios, la serie se las ingenia para tratar temas de actualidad sin ningún tipo de filtro. Por suerte, la segunda temporada ya está en marcha.
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