7 abr 2015

The Gambler. La filosofía del JÓDETE

The Gambler es la nueva película protagonizada por Mark Wahlberg y dirigida por Rupert Wyatt (El Origen del Planeta de los Simios). Un remake de la película del mismo título de 1974, protagonizada por James Caan, que, a su vez, es una adaptación del libro El Jugador de Fiódor Dostoyevski (1867). Es decir: el remake de la adaptación de un libro.


Jim Bennett (Mark Wahlberg) es profesor de literatura en la universidad y en su tiempo libre se dedica de pleno a su adicción: apostar todo el dinero que tenga a su alcance. Bennet no tiene filtro (ni en la lengua ni en el juego) y siempre juega a todo o nada, tenga en su poder 1.000 o 1.000.000. 
Tras una mala noche de Blacjack, acaba debiendo dinero, no a 1 sino a 2 de los peores/mejores gansters de la ciudad: al asesino coreano, Lee (Alving Inn) y al rey de espadas, Neville (Michael K. Williams). 7 días tiene para devolver el dinero más intereses, pero a Bennett se la suda bastante eso de acabar muerto.

The Gambler busca la figura del ludópata autodestructivo. Nada de juego porque estoy en paro y es mi única forma de subsistencia y nada de la estrategia del juego y contar cartas. Eso es mierda. Bennett no quiere ganar dos millones en una noche e irse a vivir a un paraíso tropical libre de impuestos. Para empezar su familia es millonaria y conduce un BMW-1M.

Bennett vive una vida de ensueño para cualquiera, pero como dice una de sus alumnas, es un pijo que busca problemas donde no los hay. Y esa es su habilidad principal, tener una vida despreocupada y convertirla en un infierno destrozando toda a su alrededor.

En la película, a parte del personaje sin filtro de Wahlberg, destaca Frank (John Goodman) el tercer mafioso hombre de negocios, que no entiende para nada al inconsciente de Bennett, pero le hace gracia. Suyas son las frases de fuck you.
También, aparece Jessica Lange (fuera ya de la franquicia American Horror Story) como la madre de la criatura.

El Jugador de 1867, escrito por Dostoyevski, no está nada desfasada. La moda ha cambiado y la sociedad ha avanzado tecnológicamente, pero el vicio de apostar sigue intacto. Ahora, anuncian casas de apuestas por la tele para jugarnos el dinero en partidos de fútbol y podemos perder dinero desde casa usando el móvil o el ordenador sin necesidad de acudir a un salón de juegos o casinos. Todo facilidades para regalar tu dinero, aprovechando la situación actual en la que la gente se agarra a un clavo ardiendo con la esperanza de hacer algo más de dinero para llevar a casa.

Como ocurre en el libro y en las pelis, Dostoyevski contrajo deudas por su adicción a la ruleta y se le dio una oportunidad para saldarlas si ganaba una apuesta, obviamente. Tenía que escribir una novela en 27 días, ni más ni menos, y escribió El Jugador. 



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