Thriller surcoreano de 2014, escrito y dirigido por Kim Seung-hun (Tunnel), perfecto para introducirse en el cine negro asiático: la violencia se mantiene al mínimo, pero los despropósitos siguen las reglas habituales de este género. Vamos, que todo vale.
El detective Go (Lee Sun-kyun) tiene un mal día. Su madre ha fallecido y volviendo del funeral atropella a un hombre. Como es de esperarse de un agente de la ley, mete el cadáver en el maletero para deshacerse de él. Al mismo tiempo, Asuntos Internos realiza una redada en su comisaria por la afición, que él y sus compañeros, le tienen a la extorsión de los negocios locales. Por si todo esto fuese poco, alguien le ha visto cometer el atropello y comienza a chantajearlo.
Como decía al principio, esta es una película perfecta para iniciarse en el cine negro asiático al tener todos los elementos de este tipo de historias sin la violencia y la sangre de otras.
Tenemos tensión, el sentimiento de aprecio por la policía, protagonistas con los que es difícil empatizar, momentos de comedia en situaciones de poca broma y absurdeces, que los acercan más a la realidad que a la ficción.
Si estás acostumbrada al cine policial occidental, americano en concreto, verás a los pocos minutos, que en este género, el idealismo y la justicia no tienen cabida.
La escena del control de alcoholemia, donde el prota intenta librarse por ser detective, merece el calificativo de rompe-esquemas.
Donde en el cine occidental un poli diría que se hizo agente de la ley porque su padre lo era o para ayudar a la gente y detener criminales, el detective Go dice: "por la pensión de jubilación".
En una sociedad donde el valor de la gente se mide por lo que tiene, lo que conduce o cómo viste, la ética está totalmente descartada. Son gente que sabe, que sin dinero se pasa mal y se aseguran por todos los medios que a sus familias no les falte de nada.
El karma dicta que si hace el bien, te irá bien y si haces el mal, te irá mal. Pues bien, en el cine negro asiática y en la vida real, si haces el mal, todo te irá de lujo y si vas de bueno, acabarás muerto antes de tiempo. El detective Go lo sabe y sigue la máxima de "miente hasta que sólo puedas decir la verdad y, en ese momento, sigue mintiendo".
Una ficción policial que encierra más de un golpe de realidad y de cómo la vida te puede ir mejor si eres más egoísta y cabrón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario