3 abr 2017

Legion. Un gran poder conlleva graves problemas mentales

La serie de FX y Marvel Television, creada por Noah Hawley (Fargo), ha sido una revelación dentro del género. Este spin-off de las películas de X-Men (Bryan Singer se encuentra entre sus productores), te podrá gustar más o menos, pero ni en broma te dejará indiferente.

Su nombre es Legión, pues son muchos.


David Haller (Dan Stevens) ha tenido problemas toda su vida. Diagnosticado con esquizofrenia, permanece recluido en un psiquiátrico donde pasa el tiempo con su amiga Lenny (Aubrey Plaza) y recibiendo las visitas de su hermana, Amy (Katie Aselton). Tras conocer a Sydney (Rachel Keller), una paciente que evita el contacto físico, David se enfrenta a la posibilidad de que sus males no provengan sólo de una enfermedad mental.

Los 8 episodios de la temporada son únicos a su manera. La estética colorida y vintage de los escenarios y sus personajes, junto a los animados créditos finales, consiguen un producto original de principio a fin.

Uno de los aciertos de la serie, está en dar trasfondo a todos los personajes (incluido los malos) y dotarles de importancia en el desarrollo de la historia, aunque sea David el detonante de todo. El personaje de Aubrey Plaza está ahí para robarle protagonismo a la mínima.

Al tener como protagonista a un telépata con esquizofrenia, se juega mucho al despiste y a diferenciar entre lo real y lo inventado. Si algo se saca en claro de Legion es que los poderes de Xavier (en las películas, al menos) están muy desaprovechados.

La serie está destinada al público adulto, al contrario que sus parientes de pantalla grande. Los personajes tienen historias de abusos, drogas e intentos de suicidio y se suceden secuencias de violencia con su sangre y sus desmembramientos. Muy artísticas, eso sí. Todo ello, salpicado con momentos del género de terror. Una serie muy completa, vaya.

El éxito de la primera temporada ha dado luz verde a una segunda de 10 episodios para el 2018, que podría contar con el cameo de Stewart o McAvoy, interpretando al Profesor Xavier.

Por mucho que Legion salga del universo cinematográfico de X-Men, se gana a pulso su propia existencia. 
No hay necesidad de trajes ceñidos, músculos o vistosos poderes. Ni siquiera es necesaria afición previa a los superhéroes o a X-Men. Legion se mueve en un plano diferente.

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