Yuppie Psycho nos traslada a una sociedad "distópica" y fantástica, donde el capitalismo salvaje marca las reglas de la sociedad. El rol protagonista lo desempeña Brian Pasternack, un joven de clase baja que ha conseguido su primer trabajo en el gigante empresarial Sintracorp.
Su primer día y primera tarea determinará su futuro en la jerarquía de la empresa: matar a la bruja. Siempre y cuando sea capaz de sobrevivir.
El título del juego nos lleva a pensar en el American Psycho de Bret Easton Ellis, pero el yuppie de Partick Bateman poco tiene que ver con los inicios de Brian. Sin embargo, si que podríamos decir que se trata de una original mezcla del anterior con Twin Peaks.
A pesar de su genial estética pixel-art/anime, el juego oculta más de una desagradable sorpresa. En esta particular caza de brujas, el protagonista irá conociendo a compañeros de trabajo y superiores extrañísimos, lo cual ya nos avisará de que algo perturbador ocurre en el rascacielos.
Cada piso de oficinas nos llevará a lugares de lo más siniestros, donde los trabajadores se comportan de las formas más aberrantes posibles, y quienes no dudarán en atacarnos. Sin olvidar a los jefes finales que intentarán despedazarnos.
Estamos en un survival horror con guiños a los clásicos. Por ejemplo, para guardar, deberemos emplear folios en las fotocopiadoras y estos son un recurso limitado. Tampoco contamos con armas (solo un lápiz) y debemos ir consiguiendo distintos accesorios para continuar avanzando por los departamentos.
Yuppie Psycho no deja de ser un retrato del mercado laboral. Más allá de monstruos y excentricidades, las situaciones son muy reconocibles, con varias referencias a la cultura empresarial moderna (ver imagen inferior de cuando el jefe llega a la reunión y ofrece su "crítica constructiva").
Casi todo el mundo se ha encontrado con el listo de turno, A.K.A coach, que emplea frases de Mr. Wonderful para echar la culpa al trabajador o desempleado por su falta de oportunidades. La culpa no es del abusivo mercado con ofertas de jornadas maratonianas y escasa remuneración, es tuya que no sabes venderte ni crear una marca personal eficaz.
Por si fuera poco, Brian se sabe poco cualificado para la tarea, por lo que arrastra un Síndrome del Impostor de manual.
Este síndrome es muy común y hace referencia al trabajador/trabajadora que siente ocupar un puesto que no le corresponde. Sus causas radican en la constante presión del entorno laboral y competencia directa con el resto de compañeros, quienes no dejan de recordarte que no vales para tu trabajo.
Hay que hacer de todo para demostrar al jefe y, más importante aún, a la Empresa que nuestro compromiso con ellos es total. Si hay que echar media hora más gratis cada día como muestra de lealtad, se echa, y si hay que matar una bruja, pues se mata y punto. La iniciativa y proactividad son aptitudes muy valoradas por los cazatalentos.
Yuppie Psycho es un survival horror a la altura de Lone Survivor (el juego de Jasper Byrne, no la peli de Mark Whalberg), y que Baroque Decay ha acertado al denominar "el primer survival horror laboral."
A los pueblos neblinosos habitados por monstruos, ciudades infestadas de muertos vivientes y manicomios vamos para entretenernos; a la oficina vamos para pasar miedo y angustia de verdad. Y no hay forma de escapar.
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