NieR Replicant ver.1.22474487139... El lado humano

 El inexplicable y merecido éxito de NieR: Automata animó a Square Enix a revivir el inicio de la impactante saga de Yoko Taro.

Aunque parezca mentira, la aventura de 2B y 9S demostró que los juegos made in Japan no estaban en vías de extinción para el público occidental. Más raro era que la historia proviniese de la mente del creador de Drakengard.

Al creativo japonés no le va lo sencillito (solo hay que verla coletilla numérica de este Replicant) y tampoco se corta a la hora de proponer historias y personajes complejos. Por supuesto, estas son sus grandes virtuades, pues hasta Automata nunca había destacado por su jugabilidad.

NieR Replicant es la historia que cuenta cómo se llega a la situación de Automata. Y no esperéis menos complejidad o sutilezas. El NieR occidental que llegó a PS3 y Xbox 360 en su día era NieR Gestalt (versión de 360), el cual estaba protagonizado por Nier Padre y su hija, mientras que NieR Replicant (versión de PS3), protagonizado por Nier Hermano nunca salió de Japón.

Este último es el título que ha elegido Toylogic para reconstruir el inicio del universo NieR. Aunque cada consola tuvo un protagonista distinto en Japón, esto no significaba que fuesen dos aventuras distintas o que ocurriesen en universos paralelos. Ambas historias están conectadas y esta nueva versión explica todas sus implicaciones con mayor profundidad.

 

 

 

 Como sería imperdonable hacer un spoiler sobre la historia del juego, solo decir que NieR Replicant cuenta la historia de un joven que intenta encontrar una cura para la extraña enfermedad que sufre su hermana. Punto.

Al igual que el NieR original, la historia y personajes (principales y secundarios) lo son todo. Es cierto que esta vez tenemos una jugabilidad a la altura de su propuesta narrativa y que Toylogic ha sabido recoger el testigo de PlatinumGames.

En la aventura de PS3/Xbox 360, los combates y misiones secundarias eran el precio a pagar para poder disfrutar de su historia (con la saga Drakengard ocurría lo mismo). Ahora tenemos combates y una movilidad superágiles y una mayor profundidad para definir las habilidades del personaje.

Replicant sigue haciendo gala de su faceta multigénero. El hack-and-slash siempre está presente, pero los momentos shooters y cambios de perspectiva al 2D siguen muy presente. Más aún, han arriesgado con momentos con cámara isométrica al estilo Diablo o Hades, cámaras fijas al estilo de los primeros Resident Evil y hasta con narrativa a lo visual novel.

Huelga decir que quien no venga dispuesta a leer y a sorprenderse con los giros argumentales del juego va a pasarun mal rato. Además, muchas misiones secundarias de recadero donde no se reparten espadazos siguen estando presentes. De hecho, donde menos arriesga esta versión es en olvidarse de una vez por todas de las misiones de llevar objetos a otras aldeas.

Alcanzar el primer final de Replicant (vuelve a haber muchísimos) nos llevará unas 15 horas si pasamos de explorar su mundo. Ver el final B conlleverá muchas menos horas, pues retomamos la aventura a la mitad y los enemigos no suben de nivel. Pero si queremos ver todos sus finales sí que tendremos que dedicarnos a levear y hacer de todo para cumplir los requisitos de desbloqueo.

Como suele ocurrir con los títulos de Yoko Taro, el primer final no es el final real. Toca volver a la aventura y descubrir nuevos puntos de vista que alteren lo sabido hasta ese momento. Y esa sigue siendo la fuerza de Replicant.

Si has jugado al original, esta nueva versión no solo mejora a nivel gráfico y jugable, sino que además profundiza y reformula varios aspectos que antes quedaban más sueltos.

A nivel narrativo, NieR Replicant es aún más de nicho que Automata, lo que ya es decir. La historia de personajes como Emil (quien hacía un cameo en Automata) y Kainé pegan más fuerte de las vistas en el mundo del futuro. Y lo mismo ocurre con el resto de historias que nos cuentan este mundo poblado de Sombras.

NieR Replicant no es un título que venga para revolucionar el género action RPG, pero sí viene dispuesto a retomar su lugar como obra de culto.