123 millones de dólares en EE.UU, la convierten en la número 1 en taquilla y en el mejor estreno. En España, es el mejor estreno del año con 4 millones de euros. Y por si fuese poco, lleva recaudados 152 millones de dólares en el resto del mundo.
Con estos datos, y el estreno de Parte 2 para el 20 de noviembre de 2015, más de un productor se estará preguntando por qué Suzanne Collins no escribiría más libros. Aunque dividiendo el tercer libro en dos películas ya han alargado la saga bastante.
Para una novela juvenil protagonizada por una adolescente que no se pasa el día eligiendo novio y esperando ser salvada, sería imperdonable que la estropeasen por aumentar la recaudación.
De las últimas adaptaciones de novelas juveniles (y no juveniles) protagonizadas por mujeres, Los Juegos del Hambre son las más igualitarias. Katniss y el resto de personajes femeninos que aparecen en la saga, son variadas y fuertes, papeles que hace unos años habrían sido todos hombres. Que el chico sea salvado por la chica o que sea la chica la mejor guerrera no es nada habitual en una superproducción de estudio, por mucha adaptación que sea.
Si hay dudas, sólo hay que pensar en cuántas superproducciones para el gran público de los últimos años tiene a una mujer como heroína sin estar sexualizada y sin ser el interés amoroso de nadie.
Cuesta encontrarla y cuando a la que podemos medio salvar es Hermione, dice mucho de cómo va la cosa.
Vale. Los Juegos del Hambre tiene a una chica y dos chicos, clásico dilema amoroso, pero si has leído los libros sabes que no hay nada clásico en su desenlace. El amor está ahí, pero no es el núcleo de la historia ni la protagonista se aleja del mundo auto-engañándose alegando que su mundo es una mierda, pero que mientras tenga amor todo es maravilloso. Eso es mierda. ¡Aquí no se viene a fregar!
La escritora Suzanne Collins, describió cómo debía ser una protagonista juvenil, dejando la fregona a un lado y empuñando el arco para abrir su propio camino.
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