En 2015, se arañó la superficie con el documental HGW. Con Turned On, producida por Rashida Jones, Jill Bauer y Ronna Gradus, se profundiza en los efectos de la pornografía, convertida en mainstream, y el papel de Internet, junto con las nuevas tecnologías, en su evolución y efectos.
Durante sus 6 episodios, explora las diferentes ramificaciones de la industria pornográfica estadounidense y a las personas que, directa o indirectamente, son influidas/afectadas.
Ver Turned On es como ver Black Mirror (también de Netflix), con la diferencia de que la primera está sucediendo ahora mismo y no nos damos cuenta. Mucho más terrorífico.
Cada episodio aborda una temática diferente relacionada con el sexo, las relaciones, la intimidad y las nuevas tecnologías.
Tres de ellos están directamente relacionados con la industria del porno, lo que sucede tras las cámaras y hacia adónde se dirige la tendencia de su contenido.
Los otros tres, se enfocan en la influencia del sexo y la tecnología en la vida de gente de la calle, no relacionadas con la pornografía.
Women on Top cuenta la experiencia de dos mujeres directoras-productoras (una en Los Ángeles y otra, en España) y su visión de lo que debería ser el porno. Se cuenta cómo empezó la industria y en lo que ha ido evolucionando, especialmente con el impacto de la pornografía gratis en Internet. Aprenderemos, también, términos como "punish fucking" o lo que es el "swirling" y por qué una de las directoras se niega a rodar ese tipo de escenas. Y con razón. Sin olvidar, a una joven española que rueda su primera escena porno. Momento perturbador donde lo haya. Un aviso de lo que está por venir.
Love Me Tinder sigue a un chaval de 40 años, que trabaja como Relaciones Públicas en Las Vegas y su visión (no exclusiva de este hombre) de las relaciones sentimentales del siglo XXI a través del uso de apps para ligar.
Owning It es el más similar al documental original. Conocemos a una cam girl que trabaja reclutando a otras chicas por internet para introducirlas en el mundo de la pornografía. Somos testigos de cómo las chicas llegan con una mentalidad y van degenerando hacia otra muy diferente. Uno de los episodios con los momentos más amargos de la serie.
Money Shot recupera al emprendedor chaval del documental original y cómo le va negocio. Al mismo tiempo, nos cuentan cómo funciona el porno para los actores afroamericanos, con cláusulas que serían consideradas racistas en el resto de ámbitos, y cómo lidian una actriz y un actor con una escena de sexo duro.
Take Me Private profundiza en el mudo de las cam girls, específicamente el de una chica en particular, residente en Los Ángeles y su relación de 4 años con un chico, consumidor de sus servicios y enamorado de ella, residente en Australia. El episodio sigue sus vidas diarias hasta que la chica viaja a Australia para su primer encuentro sin una pantalla de por medio. ¿He mencionado que la chica tiene pareja? Sí, tiene todas las papeletas para que al verlo se nos rompa el corazón. Ya se pierde la cuenta.
Don´t Stop Filming cierra está primera temporada para dejarnos con mal cuerpo. Narra el caso de Marina Lonina, una adolescente condenada a 9 meses de prisión por grabar y emitir en directo la violación de su amiga por Periscope. Los comentarios de la gente y los "me gusta" del vídeo, no hacen mas que ahondar en lo degenerado del crimen.
La incidencia del equipo en las historias es cero. No juzgan, ni condicionan las historias o a las personas que aparecen. Las conclusiones y las opiniones sobre lo que vemos recaen en nuestra propia moral y valoración.
Sí que aparecen estadísticas durante los episodios para ilustrar un tema concreto con datos. Muy ilustrativas de hacia dónde nos dirigimos como: "1 de 3 vídeos porno contiene violencia y en el 94% de los casos se ejerce contra las mujeres".
Siempre y cuando no estés muerto por dentro, no es recomendable verlos en un día, ni sostenible emocionalmente.
El resultado, tras acabar la temporada, es desmoralizador. Y aún más, cuando apreciamos que estamos ante la punta del iceberg y hay más mierda en sus profundidades. Estamos ante una situación difícil de reconducir y escapa a cualquier tipo de control como nos dejan muy claro los abogados en el último episodio.
Por supesto, siempre habrá el cuñado de turno con doble titulación en porno y sociología, que diga: "las tías lo hacen porque quieren, les gusta, ganan un pastizal, son libres, blah, blah, gilipolleces varias". No hay explicación posible para que se te ponga dura con un vídeo de swirling o de una violación.
Bueno, sí la hay y con tu doble titulación en el asunto e intelecto superior, seguro que la sabes.
El Black Mirror del porno es muy real, necesario y ha venido para quedarse. Por desgracia.
Cuenta de Twitter: https://twitter.com/PxRebelde
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