La nueva película escrita y dirigida por Nacho Vigalondo (Cronocrímenes, Open Windows) reúne elementos de ciencia-ficción, acción, drama y comedia, para tratar el tema del dilema existencial, por el que cada persona pasa en la vida, de una forma muy original.
Gloria (Anne Hathaway) es una escritora en paro, viviendo una juerga continúa. Su novio, Tim (Dan Stevens), cansado de su estilo de vida, la echa de casa, provocando que Gloria deba volver a su pueblo natal. Gloria se reencuentra con su amigo de la infancia, Oscar (Jason Sudeikis), e intenta reorganizar sus prioridades vitales. La particularidad de la situación de Gloria, radica en que cada vez que se emborracha, un monstruo aparece en Seúl destruyendo la ciudad.
De primeras, puede parecer una ida de olla (lo es y hablamos de Vigalondo), pero está bien hilada y trata bastantes temas cotidianos: alcoholismo, soledad, conductas posesivas, e insatisfacción con la vida. Estos son los pilares sobre los que se sustenta esta historia con monstruos de fondo.
Lo del monstruo (actúa como metáfora) tiene su explicación y es lo llamativo, pero, a medida que pasan los minutos, son los personajes y sus problemas, lo que engancha de la peli.
Gloria es la triunfadora que logra salir del pueblo y pasa de ganarse la vida en New York a volver sin un duro a casa y sola.
Por otro lado, Oscar siempre deseó una vida plena fuera y nunca tuvo la oportunidad de salir al mundo.
Los dramas existenciales de ambos chocarán, mientras un monstruo aterroriza Corea del Sur, al otro lado del mundo.
La historia es una sátira social que nos muestra cómo decisiones en una parte del mundo pueden afectar a otras regiones del planeta y cómo nuestra conducta incide sobre la vida de la gente que nos rodea.
Colossal comienza de forma rara y acaba con un final perfecto, a la altura de su estilo narrativo.
Como curiosidad, Vigalondo se permite meter una sutil referencia a Juan Carlos I y sus aventuras por el mundo. Estad atentos.
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