A primera vista, RDR2 tiene una fuerte influencia del spaghetti western. La estética de las cintas de Sergio Leone, la violencia del Grupo Salvaje de Sam Peckinpah y la música de Ennio Morricone han pesado mucho a la hora de crear su propuesta.
Sin embargo, las referencias cine japonés inundan la historia de Arthur Morgan y John Marston.
Llega la hora de hablar de Red Dead Redemption 2 sin tapujos y con spoilers, así que si no has completado su campaña principal, no continúes leyendo.
Red Dead Redemption 2 hace referencias a muchas obras, además de contar con todo un ejército de easter eggs (fantasmas, ovnis, Big Foot, vampiro, hombre lobo, mutante, robots, etc). Hay mucho por descubrir en su gigantesco mapa.
Si habéis visto El Bueno, el feo y el malo, os daréis cuenta de que comparten un botín oculto como núcleo argumental. También hay un arco argumental similar a Por un puñado de dólares cuando la banda de Dutch se inmiscuye en las rencillas entre las dos familias más importantes de Rhodes.
La influencia del western clásico está ahí, pero, a fin de cuentas, hablar del western es hablar del cine de samurais.
El cine de vaqueros no existiría sin los samurais y sin la visión de Akira Kurosawa, formas que la industria estadounidense adaptó sin tapujos. De ahí que exista esa figura del vaquero solitario con férreos ideales, aunque de esos no parecía haber muchos. El western actual está cambiando esa visión con películas como Hostiles, y series como Deadwood y Godless.
Los siete samurais pasaron a ser Los siete magníficos, y Yojimbo pasó a llamarse Por un puñado de dólares. Debido a esta última, la productora japonesa Toho interpuso una denuncia por plagio.
En resumen, hablar de forajidos es hablar de samurais y ronins sin katanas. La personalidad de John y Arthur debe mucho a estos guerreros. Son simples, viven en un mundo cruel y a regañadientes saben que su único modo de vida es usar las armas y matar antes de acabar muertos.
Concretamente, la historia personal de Arthur Morgan guarda paralelismos con Hara-kiri: muerte de un samurái, película de los 60 que Takashi Miike modernizó hace poco. Ambos personajes comparten un viaje vital que los lleva a la misma conclusión: estaban cegados por un idealismo que se anteponía a lo que verdaderamente importaba y dejaron escapar. Tanto el ronin como el forajido aprovechan sus últimos momentos para rebelarse contra los suyos.
Más allá del género samurái, Red Dead Redemption 2 comparte valores esencialmente japoneses. La existencia de la familia más allá de los lazos de sangre (la banda de Dutch es una familia que no comparte ADN), la figura del paria (los forajidos) y el legado fuera del árbol genealógico.
El sombrero de tahúr como símbolo del legado de Arthur |
Shanks entregando el sombrero de paja a Luffy |
Al igual que ocurre en Persona 5, Arthur (y John en su momento) se enfrentarán al mundo entero. Deberán desenfundar sus armas contra su propia banda y contra toda la civilización. El clásico Sociedad vs Individuo que tanto gusta en oriente. En el primer RDR ya veíamos esta recreación en el último tiroteo de John para proteger a su familia, y ahora lo tenemos por partida doble.
La última misión de Arthur es un yo contra el mundo a la desesperada. Un momento épico en el que el protagonista está sentenciado y reúne un valor que no creía posible para enfrentarse a todos hasta su último aliento.
No contentos con este momento, Rockstar decide cerrar Red Dead Redemption 2 con su misión más espectacular a nivel jugable, ambientación y sonora. John se va quedando solo en su ascenso para acabar con Micah, volviendo a vivir un yo contra el mundo aún más épico. El escenario nevado, común en el género samurái, y una banda sonora de excepción acompañan los últimos tiroteos de la aventura.
No hay mejor superficie que la nieve para apreciar el contraste de la sangre.
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