Cincuenta Sombras de Grey y sus secuelas, se han convertido en un fenómeno literario mundial, vendiendo más de 100 millones de copias (sólo el primero) y traducidos a 52 idiomas y, como es costumbre, con adaptación para el cine en breve, dispuesta a romper la taquilla, arrastrando a las lectoras a las salas con los correspondientes daños colaterales.
La escritora repite el esquema de Crepúsculo, dirigido a un público más adulto y cambiando el vampirismo por el sado. No hay más.
Ahora llega Women´s Health (con el objetivo de ayudar a las mujeres, de ahí su nombre) con sus investigadoras e investigadores para avisar sobre los hábitos poco saludables que podrían adquirir las lectoras más influenciables.... y las menos.
El estudio deja claro que la protagonista, Anastasia, no es un ejemplo de nada bueno. De su análisis psicológico, extraído a través de su comportamiento en los libros, se observa "reacciones típicas de una mujer maltratada" que incluyen: "percepción constante de amenaza", "identidad alterada", "anhelo de hacer de la relación normal y saludable" y "privada de poder y libertad en la relación".
El estudio ha sido realizado con las respuestas extraídas de un cuestionario 655 mujeres entre 18 y 24 años, que habían leído el primer libro, la trilogía o ninguno.
De entre las mujeres que habían leído sólo el primer libro, el 25% reconoció haber estado en una relación donde fueron maltratadas física o verbalmente, 34% reconoció haber estado con alguien que mostraba tendencias de acosador (el típico novio que te pregunta cada hora dónde o con quién estás porque te quiere mucho) y el 75% ayunaba para adelgazar y estar guapa.
Las mismas preguntas paras las mujeres que habían leído la saga completa, eleva los resultados de las dos primeras preguntas por encima del 50%.
Según sus investigadores, "el libro da una visión glamurizada de la violencia contra las mujeres". "La protagonista comienza a modificar su comportamiento para mantener la paz en la relación, algo que vemos en las mujeres maltratadas. Con el tiempo, pierde su identidad".
Alguna pensará que es todo muy exagerado y que el libro es súper-hiper-megaromántico y tal y cual. Así nos va.
El estudio hace un contraataque preventivo, argumentando que "el problema no es que el libro muestre violencia contra las mujeres, si se pretendiese poner el foco en el asunto". "El problema viene cuando se intenta reforzar este status quo, en lugar de desafiarlo".
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