Ser mujer y dedicarte profesionalmente al mundo de los videojuegos, en cualquiera de sus ámbitos, lleva incluido amenazas de violación e insultos, no importa lo que digas o hagas.
Muchos de estos "comentarios" suelen hacerlos jóvenes que no llegan a los 20 años y se sienten protegidos por el supuesto anonimato de internet. Ya se sabe: hijo educado de día, aprendiz de violador de noche.
Por si no había quedado claro, en internet todo se encuentra.
Alanah Pearce tiene 21 años y es periodista de videojuegos. Colabora en programas de TV y radio en Australia y tiene un canal de YouTube donde publica sus análisis, impresiones y demás vídeos relacionados con la industria.
Exacto. La han insultado más de una y dos veces por este motivo y cansada de tanto acoso virtual, decidió acabar con el asunto (o frenarlo. Cafres los hay de todas las edades).
Estas amenazas las recibía en su Facebook personal e investigó a quienes se las enviaban, quienes, también, usaban su cuenta personal. Rastreó sus contactos hasta encontrar a sus madres, se puso en contacto con ellas y les envió por Whatsapp las transcripciones de las amenazas de violación.
A esta madre en particular no le hizo mucha gracia.
Paerce lleva sufriendo este acoso desde hace bastante tiempo y ya escribió un artículo en 2013 titulado 30 Days of Sexism, donde comentaba los tweets que había recibido por ser una mujer periodista de videojuegos.
Mientras algunas/os profesionales del sector se muestran implacables contra el sexismo y el acoso, otros profesionales y estudios siguen mirando hacia otro lado sin darle mayor importancia. Una actitud que no ha funcionado nunca contra los problemas.
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