27 jun 2017

The Handmaid´s Tale. La felicidad del hombre

La impactante serie de Hulu está basada en la novela de 1985 escrita por Margaret Atwood, y los temas que trata no podrían estar más de actualidad. Si es que el machismo, homofobia y fanatismo religioso han dejado de ser temas de actualidad alguna vez a lo largo de la historia de la humanidad, claro.

Para todos y todas que dicen que el feminismo demoniza al hombre o ya no es necesario, aquí llega The Handmaid´s Tale para ilustrar su gran equivocación. 



En un futuro cercano, Estados Unidos se ha convertido en un país totalitario llamado Gilead, donde el fundamentalismo cristiano da forma a sus leyes y jerarquías sociales. La mujer queda sometida al hombre sin posibilidad de trabajar, tener propiedades y dinero, leer o jugar a juegos de mesa. El escalafón más bajo de este sometimiento lo ocupan las criadas: las pocas mujeres fértiles que hay en un mundo asolado por la infertilidad resultante de una excesiva contaminación. 
Offred (Elisabeth Moss) es una criada destinada en casa del Comandante Waterford (Joseph Fiennes) y de su mujer, Mrs. Waterford (Yvonne Strahovski). Como el resto de criadas, su papel en la casa será el de dar a luz al hijo/hija del matrimonio, sometiéndose a la "Ceremonia".

La serie también nos muestra cómo se ha llegado a esta distopía (utopía para más de uno). Gilead no es nuevo y todo el mundo recuerda su vida anterior. Se puede ver cómo, prácticamente de la noche a la mañana, las mujeres empiezan a ser apartadas de la sociedad a golpe de ley. Gente que daba por hecho una serie de derechos y libertades, lidiando con sus problemas personales o laborales, ven cómo unos nuevos políticos legislan sobre sus vidas. Ese es uno de los zascas de la serie: a ti puede que no te guste ir a votar, pero eso no implica que no te vaya a salpicar luego la mierda. Las quejas y manifestaciones llegan muy tarde.

Las criadas son mujeres reeducadas a las que se les quita el nombre y pasan a ser catalogadas en función del político al que pertenecen: Offred (De Fred), Ofwarren (De Warren), Ofdaniel (De Daniel), etc. 
Puede parecer exagerado, pero es una sutil crítica al tema de los apellidos. Cuando una mujer se casa en EE.UU pasa a adoptar el apellido del marido si no especifica lo contrario. 

La Ceremonia es la razón de ser de la criada en la sociedad de Gilead. Consiste en la violación mensual de la mujer por parte del hombre mientras la esposa sujeta a la criada. La inspiración viene de la Biblia (¡SORPRESA!), en el relato del Génesis, en el cual, Raquel, esposa de Jacob, al saberse infértil, ofrece a su esposo a su criada, Bilhah, para darle un hijo. 
Romanticismo puro, como dirían algunos y algunas.

Obviamente, los cuñaders ya estarán diciendo que todo es una exageración, feminazi, etc. Eso indica que de conocimientos de Historia van muy cortos. 
Hace mucho tiempo, en los lejanos años 70, en un país muy lejano conocido como Irán, las mujeres vestían como les daba la gana, podían estudiar e, incluso, conducían. Y de un día para otro, todo eso se acabó. 
A ver quién ve ahora a una mujer en vaqueros por Teherán conduciendo una moto.
Vale, no todo es igual. Las criadas van de rojo y el burka suele ser negro. Pero el burka tapa toda la cara y las criadas pueden llevarla al descubierto. ¡AJÁ! Realidad 1, Ficción 0.

Tampoco hay que irse tan lejos. Hasta hace poco, las mujeres no podían tener una cuenta en el banco a su nombre. 

No todo el machismo de la serie viene de los hombres, y las mujeres de los políticos, también aportan su granito de arena. Destaca Serena, que antes de la dictadura era escritora y ayudó a su marido a redactar las leyes de Gilead. Como dejan claro en un momento de la serie muy ilustrativo sobre el patriarcado y el machismo, nada de la dictadura funcionará, si las mujeres no lo aceptan. Por lo que todo es posible, si la moto se vende de la forma adecuada.
De primeras estos hombres que desean implantar su sociedad ideal, no lo hacen a las bravas. Vuelcan todos sus esfuerzos en sumar a las mujeres a su movimiento y convertirlas en su mejor baza. Así cuando surja la discusión sobre el sometimiento al hombre, no será un enfrentamiento entre hombre y mujer, sino de mujer contra mujer. Por eso, son las mujeres quienes "educan" a las criadas y son las esposas quienes las sujetan para sus maridos. Unos putos genios, vaya.

En sus 10 episodios, hace un repaso completo a la situación, desde las experiencias de las criadas, de los que logran huir del país y son acogidos como inmigrantes, hasta las relaciones comerciales de Gilead con otros países. En política, el fin justifica los medios.

La serie ha sido renovada para una segunda temporada para 2018 y promete seguir dando mucha guerra.

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