Por este motivo (supongo), algunos machos alfas nos recuerdan nuestro lugar de origen con el recorrido comando de "vete a fregar".
Se nos tiene que recordar de dónde venimos y para qué servimos. Y en el torneo de clasificación mundial de Hearthsone en Finlandia, lo han dejado claro.
Hearthstone es el popular juego de cartas de Blizzard y, hasta el momento, podía jugar cualquiera, siempre y cuando no seas una mujer finlandesa que quiera participar en un torneo oficial.
Lo mejor de todo es el motivo (porque hay un motivo y muy bueno).
- Buenos días. Quiero inscribirme en el torneo.
- ¿Eres mujer?
- Sí.
- No puedes. Las normas lo prohíben.
- ¿Por qué?
- "Para evitar conflictos, como que una jugadora elimine a un jugador".
M-A-G-I-S-T-R-A-L
Ante tal demostración de absurdez, una sólo puede quitarse el sombrero.
La Federación Internacional de e-Sports, regula las normas de los torneos, los requisitos para participar y divide los juegos por sexos. Aquí es cuando lo absurdo alcanza nuevas cotas.
Según estos reglamentos, las mujeres pueden jugar con hombres a StarCraft 2, pero a DOTA 2 o Hearthstone han de jugar por separado.
Los motivos: todos absurdos. Las quejas de jugadoras, jugadores y desarrolladores de Hearthstone por redes sociales hicieron cambiar la norma y los torneos son mixtos.
Los e-Sports (videojuegos como deporte) están en crecimiento y no están en posición de cerrarse oportunidades con estas tonterías. Estas normas de segregación por sexos supondría que si tienes un equipo de LOL con chicas como miembros, tendrías que cambiar tu equipo para participar en un torneo oficial y, por supuesto, un equipo de sólo chicas no podría presentarse.
La división por sexos se entiende en determinados deportes donde el peso y las capacidades físicas influyen. En los videojuegos no es el caso. Si los requisitos fuesen estos muchos hombres no podrían participar tampoco. Lo que cuenta es la habilidad.
La única razón de la separación es la hombría. Lo típico de si te gana una chica el resto de la manada te da de lado o algo así.
El sexismo en los videojuegos está presente como en casi todos los ámbitos, a pesar del incremento del número de jugadoras. Según el estudio anual de Entertainment Software Association, el número de jugadoras ha pasado del 38% en 2008 al 48% en 2014.
Un dato muy a tener en cuenta, especialmente si lo traduces a dólares o euros.
Las compañías más avispadas observarán esta tendencia y actuarán (algunas llevan años haciéndolo) en consecuencia para hacer sus títulos más completos y atraer a ambos sexos.
Los cerrados de mente saben lo que toca: cambias o desapareces. Lo dice el mercado.
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