Gareth Evans vuelve a dirigir a Iko Uwais (ya van tres) en la secuela de The Raid. Con más violencia, más personajes, más escenarios, más historia y más larga (unas 2 horitas y media).
La secuela empieza justo donde lo dejó la primera. El agente Rama (Iko Uwais) se dirige a sus superiores tras la redada de la primera película, con pruebas para incriminar a varias personas. Éstos, consideran insuficiente el material y deciden que la única forma de poner fin a las mafias y a la corrupción policial y política es infiltrando al joven agente entre las filas del mafioso más poderoso de Jakarta.
Evans ha contado con más presupuesto para esta entrega (1 millón de dólares costó The Raid y 3 millones The Raid 2) y se nota en la variedad de escenarios, combates y su duración. El presupuesto puede parecer bajo (si comparas con las producciones americanas), pero hay que tener en cuenta que es una producción indonesa y no es un país que ande sobrado. Aún así, demuestra, al igual que su predecesora, que con poco se puede hacer mucho y con un gran impacto visual. De dinero no habrán ido sobrados, pero más quisieran muchas producciones cien veces más costosas alcanzar el nivel de esta cinta.
En The Raid 2, os vais a encontrar una película de acción y artes marciales que iba haciendo falta para volver a confiar en este género. Hay un par de tiroteos y una persecución en coche, pero anecdótico. Aquí se viene a ver puñetazos, codazos, patadas, rodillazos, roturas de varios miembros, combates de 1 contra 15, todos contra todos, 2 contra 1 y, por supuesto, un bestial 1 contra 1 como guinda del pastel. Peleas, peleas y más peleas.... que parecen pocas.
La duración de 2 horas y media podría ser la única pega a la peli. Está justificada por una trama más compleja y con más personajes que su antecesora. Es una peli de acción y artes marciales, pero se han currado una historia coherente y un trasfondo para los personajes para justificar todo el festival de violencia que se desata. Obviamente, no estamos ante una obra de Shakespeare (no hay que ponerse exquisita/o).
Bueno, hay que avisar para evitar quejas. Es una peli de acción y artes marciales y puedes caer en el error de pensar en películas de Bruce Lee, Jackie Chan, Van Damme, etc. Pelis que se pueden ver desde los 15 años para arriba. ¡MAL!
The Raid pertenece al género de la ultraviolencia. Digamos que si Tony Jaa con su espectacular Muay Thai habían subido el listón de violencia, The Raid le ha dado directamente una patada al listón.
El Pencak Silat de Uwais no es tan vistoso, pero las coreografías y el ambiente de la cinta superan con creces a Jaa y sus mierdosas aventuras de recuperar elefantes o cabezas de Budha (¡OJO! Tony Jaa tiene grandes combates en sus pelis, pero sus motivaciones son un truño).
Uno de los detalles que juegan a favor de The Raid 2 como mejor peli de acción para 2014 es el seguimiento de los combates. El trabajo de cámara para seguir los golpes y los movimientos de los actores no se puede equiparar a otra cinta, dándole un gran ritmo a las peleas y gracias a los amplios generales, no tienes la sensación de estar perdiéndote nada de los enfrentamientos.
Otro acierto, es no olvidarse del género. Hay momentos que nos recordarán a lo visto en otras ocasiones, pero llevado más lejos en brutalidad.
ESPECIAL ATENCIÓN al combate a cuchillo a lo The Man From Nowhere. Un enfrentamiento que gana en intensidad (y sangre) segundo a segundo.
Desde que Evans descubrió a Uwais, rodando un documental en Indonesia, el cine de acción ha ido mejorando y se lo agradecemos. Merantau mostró un nuevo enfoque para contar una historia de artes marciales y la saga The Raid lo llevó a la brutalidad. Evans no se olvida de la trama en sus películas de acción. La historia Suele ser un mero trámite para las tortas y es algo a echarle en cara al género.
En Merantau, Evans puso la acción en el contexto de la trata de blancas y cómo
En The Raid (especialmente en esta secuela), la corrupción política y policial acapara el foco de atención. Dándose, situaciones la de polis exigiendo dinero a la mafia a cambio de hacer la vista gorda en sus locales. Como dice uno de los personajes: "Es fácil cambiar a un policía o a un político con dinero y muchas mujeres".
Los personajes de Iko Uwais son bastante más sufridos que la media. Un prota de acción se lleva un par de golpes para tener moratones que lucir tras la pelea final y acabar con relax tras todo lo sufrido. Con Uwais no vas a tener esta sensación. El chaval pasa malos ratos y, a pesar de repartir que da gusto verlo, te asaltarán las dudas de si podrá llegar al final de la historia.
Si eres de la clase de persona que dice ¡Ay!, ¡Uff! o alguna otra onomatopeya cuando ve un golpe bestia, te vas a hartar.
En definitiva, los supuestos emblemas de la acción reunidos en los mercenarios han de tomar nota de este tipo de producciones que los superan en todos los aspectos menos en el presupuesto. Mercenarios 3 tiene 100 millones de presupuesto. Las tres pelis de Evans juntas (Merantau, The Raid y The Raid 2) no alcanzan los 5 millones de dólares en presupuesto y, sin cambiar el chip, son muy difíciles de superar por el actual cine de acción americano.
El único motivo por el que Los Mercenarios han llegado a su tercera película es su elenco de actores. FIN
The Raid 2: Berandal tiene todas las papeletas para ser la mejor peli de acción de 2014 al igual que su antecesora lo fue en 2011.
Para volver a disfrutar de algo similar, habrá que esperar a una posible The Raid 3 o al remake americano de The Raid (a ver en qué acaba) o a que aparezca otro como Evans y le insufle vida al género. Vengas del país que vengas, eres bienvenida/o.
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