Filth (2013) es una película del Reino Unido basada en la novela de Irvine Welsh (y uno productores de la cinta) de igual título. Para quien no le suene este nombre (algo normal) es el autor de Trainspotting, que también tuvo su adaptación al cine y muy recomendable de ver.
Filth tiene por protagonista a Bruce Robertson (James McAvoy) un hombre adicto a las drogas, al sexo, manipulador, racista, homófobo, machista y alcohólico, una joya de persona. Lo mejor de todo: es sargento de la policía en Escocia.
Como es una historia policíaca hay un crimen para resolver, pero no le dan mucha importancia. "Total es un chinito" (un negro en la novela), dice alguno de los personajes.
Lo importante es conseguir el ascenso a inspector y todos los aspirantes quieren dar la imagen idónea para ocuparlo. Y Bruce desatará todos sus recursos (hay que reconocerle que sabe jugar) para eliminar a sus competidores.
Muchos pensaréis: "Nada nuevo. Es un Torrente escocés".
Bueno, se llevaría bien con Torrente, eso es cierto, pero la diferencia es que no estamos ante un personaje paródico como Torrente (algunos no se han dado cuenta, pero la intención de Santiago Segura es ridiculizar determinado pensamiento español. NO FOMENTARLO). Este Bruce Robertson va en serio. Muy, muy en serio.
Estamos ante una comedia negra, en sus inicios, que se va tornando drama a medida que pasan los minutos. Bruce se aprovecha de todo y de todos dando lugar a multitud de situaciones.
Este personaje es simple al inicio y muy complejo en su recorrido. James McAvoy hace una gran interpretación (especialmente, si sólo lo ubicas como el joven Profesor Xavier) y lleva muy bien el peso de la película.
Aunque en un principio pueda parecer que lo que pretende la historia es hacernos reír con este tipejo y las situaciones en la que se mete, no es el objetivo final. Momentos de humor con canciones para seguirle se entremezclan con otros donde el espectador ha de preguntarse qué está pasando.
Si quieres un argumento que te deje con la boca abierta, Filth va a intentarlo.
La película es algo fuerte y no apta para todos los públicos y en su final, muy similar a la novela, han sabido meterle una gracia hasta el último segundo. La animación de los créditos que sigue a esta escena contrasta mucho con el tono de la peli.
La adaptación de Filth a película está muy bien, especialmente si se tiene en cuenta la complejidad de la novela (más de 400 páginas). Nos hacemos a la idea de cómo es este Bruce, pero se echa en falta la radicalidad de la novela y su dureza para marcarla diferencia.
Exacto, la novela es más dura y fuerte en varios sentidos. No se han inventado mucho (salvo pequeños detalles) y los pasajes y la historia es reconocible, pero no corta el rollo de la misma forma brutal que el libro.
En el libro Bruce deja muchos razonamientos y frases para tomar nota, en cuanto a manipulación se refiere. Por otro lado el tema que explora, de forma tardía y principal, es la influencia de las personas que nos rodean sobre nuestra conducta y personalidad. Y no del modo usual que puedas imaginar. Habla de cómo, por ejemplo, hacemos responsable a los hijos de las faltas de sus padres, y como puedes quedar marcado por algo sobre lo que no tienes control, incluso antes de nacer, y desconoces (en algunos casos).
Muy recomendable para leer y algo menos impactante si ves la película, aunque hay sorpresas que no se han utilizado para no distorsionar el tono.
Bruce/McAvoy es una versión light del Bruce/novela. Sus traumas se intuyen en las escenas surrealistas de la película, pero no entran al juego de la misma forma que Welsh.
Por ese motivo, voy a hacer spoiler del final de la novela para quien sólo le interese lo esencial. Si vas a leerte la novela no continúes y si has visto la peli y no te va lo de leer, adelante.
Se aplican las mismas reglas/ Same rules apply.
¡¡¡SPOILER!!!
Como se ve en la película de pasada, Bruce tenía un hermano menor. Bruce era el primogénito, pero su padre lo odiaba, por otro lado, su hermano pequeño era el más querido por todos. Bruce era el niño raro y la gente lo trataba diferente. Vivían en un pueblo minero y un día robando carbón Bruce lo empuja desde lo alto de una montaña de carbón y su hermano cae rodando causando una avalancha que lo sepulta.
Su padre lo maldice y Bruce es llevado a vivir con su abuela, una mujer que tampoco lo aprecia demasiado.
Bruce descubre que su padre no es su padre biológico. Su madre fue violada, al poco antes de casarse con su padre, por un criminal sexual reincidente. Al ser de familia católica no tiene permitido abortar y da a luz a Bruce. Odiado, por toda la comunidad como el hijo de un monstruo, antes de nacer. Posteriormente, como policía, Bruce visita a su padre en la cárcel e intenta matarlo.
Bruce intenta hacer todo lo posible por no parecerse a su padre biológico y dejar de ser un joven raro.
Comienza a salir con otra joven de su instituto e intentar ser normal, pero no se quita el estigma de encima.
Una noche deciden atajar por un campo de golf para esquivar a los matones y Bruce enfadado lanza un banderín de uno de los hoyos por los aires, provocando que un rayo alcance y mate a su novia.
Nada en la vida le ha salido bien a Bruce y el abandono de su mujer (a la que ha seguido por medio mundo) por un negro es el golpe definitivo.
La escena del suicidio se mantiene igual, salvo por el detalle de que Bruce no manda nada a Bladesey y llama a Carole para que vaya a verlo. Se viste con una camiseta que pone: todo es culpa tuya y justo cuando ve la silueta al otro lado del cristal se cuelga. En sus últimos momento de vida se da cuenta de que es su hija quien va a abrir la puerta. Bruce intenta descolgarse, pero es tarde y se muere con el pensamiento de siempre estar destrozando las cosas para que otros recojan los pedazos.
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